La documentación hallada en la ropa del hombre cuyo cadáver apareció flotando este lunes en el río Miño, a la altura de Belesar, confirma que se trata de Jordi Sobrado, el joven de 23 años natural de Láncara que desapareció hace casi un mes.
Alfonso Fernández Pena, vecino de Belesar, avistó el cuerpo, que se desplazaba mansamente, desde la ventana de su casa alrededor de las 09.00 horas y avisó a una vecina, que fue quien llamó al 112. Rápidamente llegaron al lugar efectivos de la Guardia Civil.
El lugar donde fue avistado se encuentra tres kilómetros río abajo del lugar donde se cree que el joven se tiró: el puente que cruza el Miño en la carretera que une Chantada y Monforte.
Las corrientes fueron acercando el cuerpo hasta la orilla y, finalmente, y una vez hubo llegado el forense, los bomberos pudieron subirlo a tierra. Hasta el lugar, a 800 metros de Belesar, en las colas del embalse de Os Peares, también se desplazaron efectivos de Protección Civil y la Policía Local.
El coche de Jordi Sobrado, un Mitsubishi Carisma Confort, apareció el pasado 22 de febrero en el entorno del puente de Belesar, en el municipio de Chantada. Las llaves del vehículo estaban dentro y en el depósito todavía había combustible.
El joven, vecino de Armea de Abaixo y camarero y cocinero de profesión, estaba desaparecido desde la noche del día 17, cuando dejó Santiago tras pasar unos días con su novia en esta ciudad. Salió en su coche, sin teléfono móvil, porque lo había roto unos días antes, y con escasos efectos personales.
