Un vecino de la localidad tinerfeña de Las Galletas, en el municipio de Arona se entregó a la Guardia Civil el pasado lunes, un día después de que se tirase al mar para impedir ser identificado por los agentes que querían saber los motivos por los que no cumplía el confinamiento.
El acusado ha reconocido a los agentes que estuvo todo el domingo y hasta por la noche escondido en una cueva, se indica en un comunicado de la Guardia Civil.
Según el relato de la Guardia Civil, agentes localizaron el domingo a un hombre que estaba en la vía pública en la localidad de Las Galletas, y cuando se dirigieron a identificarlo comenzó a correr en dirección a la costa.
El hombre se arrojó al mar en una zona rocosa y los guardias civiles lo perdieron de vista, se indica en un comunicado.
Los agentes activaron el dispositivo de búsqueda, en el que participaron unidades de la Guardia Civil y servicios de emergencias: Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), Servicio Marítimo Provincial, Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), helicóptero y personal del GES, Policía Local de Arona, Protección Civil de Arona, entre otros.
Al día siguiente, el ahora detenido se entregó en el puesto del instituto armado de Playa de las Américas.
Los agentes lo han detenido como presunto autor de un delito de desobediencia grave a los agentes de la autoridad en relación con las medidas establecidas en el Real Decreto de Estado de Alarma, y lo han puesto a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Arona.
