La Guardia Civil detiene a una pareja y a su hijo en Cruces por venta de droga

Distribuían los estupefacientes desde su casa, en el rural ►También se implica a otra vecina
Un agente examina las plantas de marihuana y los efectos incautados a los detenidos
photo_camera Un agente examina las plantas de marihuana y los efectos incautados a los detenidos

Las pesquisas, que incluyeron varios seguimientos a compradores y consumidores de droga, a una pareja, su hijo y una vecina de una parrorquia del rural de Vila de Cruces dieron sus frutos tras casi cinco meses de intensa investigación. El pasado martes, agentes del puesto que el instituto armado tiene en el citado municipio cruceño daban por concluida la que denominaron ‘Operación Carralete’.

El operativo, que se enmarca en la lucha contra la venta y distribución de estupefacientes a pequeña escala, quedó zanjado el pasado martes, día 21 de junio, con las detenciones de tres personas de la misma familia, la pareja formada por S.I.P y M.SM., y por su hijo R.P.S. A los tres se les acusa de presuntos delitos contra la salud pública por la venta y distribución reiterada de drogas y estupefacientes, principalmente marihuana. Una cuarta persona, una vecina de la misma parroquia, fue citada para acudir al cuartel, y luego al Juzgado, como supuesta colaboradora de la red de venta de drogas, que tenía su epicentro en la casa de la familia detenida en primer término. Tras declarar ante la Guardia Civil y, posteriormente, ante el magistrado del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Lalín, los arrestados quedaron en libertad provisional con cargos. Al juzgado también fue trasladada la droga y demás efectos incautados durante el operativo.

Las investigaciones, iniciadas el pasado mes de febrero, comenzaron con la colaboración vecinal de la familia detenida. Y es que los vecinos de la zona pusieron en conocimiento del instituto armado su preocupación, incertidumbre y también sospecha sobre lo que ocurría en la casa de los arrestados el martes. En dicho domicilio, según pudieron comprobar luego los agentes que se encargaron de las pesquisas, entraban y salían a lo largo de los días, a horas muy dispares, en ocasiones intempestivas, diversas personas. Sobre algunas de ellas ya existía la sospecha de que eran consumidoras habituales de drogas. Estos supuestos compradores fueron sometidos a un seguimiento exhaustivo durante dos meses. En diferentes momentos, agentes de la Guardia Civil les dieron el alto y les incautaron pequeñas cantidades de estupefacientes que, supuestamente, adquirían para consumo propio. Por este motivo, ninguno de ellos fue detenido.

UNA ESCOPETA TRUCADA. El último paso de la ‘Operación Carralete’ fue el registro de la vivienda, con la correspondiente autorización judicial, en la que se distribuía la droga.

Allí los agentes incautaron a la pareja y a su hijo 61 plantas de marihuana, 261 gramos de esta droga ya preparada para la venta, abundantes envases, 1.020 euros en efectivo y una escopeta de caza trucada, del calibre 16, así como 59 cartuchos del mismo calibre. También requisaron una carabina de aire comprimido.

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