Dos hombres se hicieron pasar por revisores de la luz para asaltar a una octogenaria que vive sola en la parroquia de Soutomaior, en Taboadela, a la que golpearon con dureza. En total, se marcharon con unos 600 euros y joyas.
La propia anciana, de 88 años, les abrió la puerta de su casa al creer que eran trabajadores de la compañía eléctrica. Cuando la mujer se dio cuenta de que se encontraban rebuscando entre sus cosas, uno de ellos se puso muy violento. "Me daba puñetazos en la barriga, por el estómago", explicó Brígida en declaraciones a la TVG. "Yo llevo un marcapasos y ponía las manos para que no me lo estropeara", añadió, todavía asustada.
Los atacadores se dieron a la fuga con el botín en un vehículo y ahora la Guardia Civil trata de localizarlos.