Caída mundial de Amazon: Prime, Alexa, Canva, Duolingo o Fortnite, con problemas para funcionar
Amazon Web Services (AWS), la mayor red de servidores en la nube del mundo, anunció que vuelve a sufrir este lunes nuevos problemas técnicos en sus servicios y dijo estar tomando medidas adicionales para volver a funcionar con normalidad.
La compañía indicó en su página web, donde ofrece actualizaciones en directo sobre la caída que ha sufrido esta mañana, que ha tomado "medidas de mitigación adicionales" del subsistema interno encargado de supervisar sus equilibradores de carga de red.
Estos dispositivos distribuyen el tráfico entre sus servidores para evitar sobrecargas y garantizar así el buen rendimiento de sus servicios.
Según AWS, se están recuperando poco a poco la conectividad y la API o interfaz de programación de aplicaciones -que permite la comunicación entre programas de software- de sus servicios en la nube.
Además, indicó que el fallo se originó en la red interna de Elastic Compute Cloud (EC2), que permite a los usuarios crear aplicaciones basadas en la nube y gestionar los recursos informáticos pertinentes para hacerlas funcionar.
"Seguimos experimentando un elevado número de errores en el lanzamiento de nuevas instancias EC2", anotó.
La magnitud del problema se ha hecho patente rápidamente a través de las redes sociales, donde miles de usuarios han reportado errores de conectividad y acceso a sus servicios habituales. Entre las plataformas más destacadas que han experimentado interrupciones se encuentran Amazon, Alexa, Prime Video, Perplexity, Canva y Duolingo. La lista se extiende a otras aplicaciones populares como Snapchat y a videojuegos de gran calado como Fortnite, Clash Royale y Roblox, además de servicios de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT o Perplexity. Aunque la situación presenta variaciones geográficas, con algunos servicios operativos en Europa, la mayoría de las regiones, incluyendo Estados Unidos, han sufrido importantes fallos de acceso y funcionalidad. En España también se han reportado problemas en las plataformas de entidades bancarias como BBVA o ING Direct, o en las de redes como Movistar u Orange.
La propia compañía, a través de su página oficial de soporte de AWS, ha confirmado la incidencia. En un comunicado, han señalado que se ha detectado "un aumento de las tasas de error y las latencias de varios servicios de AWS en la región EAST-1". Este mensaje inicial, emitido poco después de que comenzaran los problemas, aseguraba que los equipos técnicos de Amazon estaban trabajando diligentemente para solucionar todas las incidencias y restablecer la normalidad lo antes posible. "Estamos investigando el aumento de las tasas de error y las latencias en varios servicios de AWS. Proporcionaremos más información en los próximos minutos", indicaba el comunicado, reflejando la urgencia y la complejidad de la situación que estaban abordando.
Se retrasa la venta de entradas para las giras de La Oreja de Van Gogh y Aitana
Aena ha avisado de que no es posible pagar con tarjeta en los aparcamientos de sus aeropuertos con motivo de la caída mundial de los servidores de Amazon Web Services (AWS), según un mensaje en redes sociales.
La incidencia también ha afectado al inicio de la venta de entradas para los conciertos de la gira de La Oreja de Van Gogh Tantas cosas por contar prevista para las 12.00 horas de este lunes, por lo que se ha retrasado hasta la 16.00 horas. El grupo llegará a Galicia el 11 de septiembre para actuar en A Coruña.
La preventa de las entradas de la gira de la cantante catalana Aitana también ha tenido que paralizarse como consecuencia de la misma incidencia.
¿Qué es Amazon Web Services (AWS) y por qué es tan crucial?
Para comprender la magnitud de esta interrupción, es fundamental entender qué es Amazon Web Services (AWS). Se trata de la plataforma de computación en la nube más grande y utilizada del mundo, que ofrece una vasta gama de servicios de infraestructura tecnológica a través de internet. En esencia, AWS permite a empresas, desarrolladores y particulares alquilar recursos informáticos como servidores virtuales, almacenamiento de datos, bases de datos, herramientas de análisis y mucho más, sin la necesidad de adquirir, mantener o gestionar físicamente su propio hardware. Este modelo de "pago por uso" ha revolucionado la forma en que las organizaciones operan, ofreciendo flexibilidad, escalabilidad y eficiencia de costes sin precedentes.
La popularidad y el alcance de AWS son inmensos. Gigantes del sector digital y empresas de todos los tamaños, desde startups hasta corporaciones multinacionales, confían en su infraestructura para alojar sus sitios web, aplicaciones, servicios de streaming y operaciones críticas. Nombres tan conocidos como Netflix, Spotify, Reddit y Airbnb son solo algunos ejemplos de las miles de entidades que dependen del hosting y los servicios de Amazon. Esta omnipresencia en el ecosistema digital explica por qué un fallo en los servidores de este gigante tecnológico no es un incidente aislado, sino un evento que puede desencadenar importantes interrupciones y fallos en una parte sustancial de Internet, afectando a millones de personas en todo el planeta de forma simultánea.
Impacto directo en usuarios y empresas
Las consecuencias de una caída de AWS son variadas y pueden ser profundamente frustrantes para los usuarios y costosas para las empresas. En el nivel más básico, los usuarios pueden encontrarse con la imposibilidad de acceder a sus aplicaciones favoritas, como Duolingo para aprender idiomas o Canva para el diseño gráfico, o incluso a sus cuentas de Amazon para realizar compras. La navegación por sitios web que dependen de AWS puede volverse lenta, errática o directamente imposible, con páginas que no cargan o que muestran mensajes de error.
Más allá de la experiencia del usuario final, las empresas sufren un impacto operativo y económico significativo. Un fallo en AWS puede significar la paralización de sistemas internos críticos, la interrupción de servicios de atención al cliente, la imposibilidad de procesar transacciones o la pérdida de acceso a bases de datos esenciales. Por ejemplo, la imposibilidad de cargar imágenes en un servidor puede afectar a plataformas de comercio electrónico, redes sociales o servicios de almacenamiento en la nube, impidiendo que los usuarios compartan contenido o que las empresas actualicen sus catálogos de productos. La dependencia de la nube es una ventaja en términos de eficiencia, pero también expone a las organizaciones a riesgos centralizados como el que se ha manifestado este lunes.
¿Qué regiones de AWS se han visto afectadas principalmente?
Aunque la comunicación oficial de Amazon Web Services ha señalado específicamente la región EAST-1 como el epicentro de la incidencia, es importante destacar que las repercusiones de un fallo en una región tan crítica pueden extenderse mucho más allá de sus límites geográficos directos. La región EAST-1, ubicada en el norte de Virginia (Estados Unidos), es una de las más grandes y con mayor volumen de tráfico de AWS. Numerosas empresas globales tienen sus servicios principales alojados allí, o utilizan esta región para la replicación de datos y la gestión de tráfico.
Esto significa que, aunque el problema se origine en una zona concreta, la interconexión global de la infraestructura de internet y la forma en que las empresas distribuyen sus servicios pueden provocar que usuarios en Europa, Asia o cualquier otra parte del mundo experimenten problemas. La latencia y las tasas de error elevadas en EAST-1 pueden saturar otras rutas de red o impedir la comunicación entre diferentes componentes de una aplicación, incluso si estos están alojados en otras regiones de AWS o en proveedores de nube alternativos. La naturaleza interconectada de la red hace que un fallo en un punto neurálgico tenga un efecto dominó a nivel mundial.
¿Cómo gestiona AWS estas incidencias y qué se espera?
Ante una incidencia de esta magnitud, Amazon Web Services activa sus protocolos de respuesta de emergencia. Sus equipos de ingenieros y técnicos especializados se movilizan para identificar la causa raíz del problema, que puede ser desde un fallo de hardware o software hasta un problema de red o un error humano. La prioridad es restablecer la operatividad de los servicios afectados lo antes posible, minimizando el tiempo de inactividad y el impacto en sus clientes.
AWS cuenta con sistemas de monitorización avanzados que detectan anomalías en tiempo real, lo que les permite reaccionar con celeridad. La comunicación con los clientes se realiza a través de su panel de estado de servicios, donde se publican actualizaciones periódicas sobre el progreso de la investigación y la resolución. Aunque el comunicado inicial prometía "más información en los próximos minutos", la complejidad de la infraestructura de la nube a menudo implica que la resolución completa puede llevar horas, o incluso más, dependiendo de la naturaleza del fallo. La empresa se esfuerza por mantener la transparencia y proporcionar estimaciones de recuperación, aunque estas pueden variar a medida que se profundiza en la investigación.
¿Qué alternativas existen a Amazon Web Services?
La dependencia casi total de muchas empresas en un único proveedor de servicios en la nube como AWS subraya la importancia de considerar la diversificación de la infraestructura. Aunque AWS es el líder indiscutible del mercado, existen otros gigantes tecnológicos que ofrecen servicios de computación en la nube robustos y fiables. Entre los principales competidores se encuentran Microsoft Azure y Google Cloud Platform (GCP), que también disponen de una amplia gama de servicios y una infraestructura global.
Microsoft Azure, por ejemplo, es una opción popular para empresas que ya están integradas en el ecosistema de Microsoft, ofreciendo una transición fluida y herramientas familiares. Google Cloud Platform, por su parte, destaca por sus capacidades en inteligencia artificial y análisis de datos, atrayendo a empresas con necesidades específicas en estas áreas. Además de estos grandes actores, existen proveedores de nube más pequeños y especializados que pueden ofrecer soluciones adaptadas a nichos concretos o a empresas que buscan una mayor personalización. La estrategia de multicloud o nube híbrida, que implica utilizar servicios de varios proveedores o combinar la nube pública con infraestructura propia, es una tendencia creciente para mitigar los riesgos asociados a una única dependencia y garantizar una mayor resiliencia ante caídas como la experimentada este lunes.