A Guarda, el destino ideal en el que no tendrás que escoger entre monte o playa

Este municipio, conocido por el Monte Santa Trega, la desembocadura del Miño y la gastronomía, esconde otros elementos de interés en su territorio
Puerto pesquero, paseo marítimo y casas marineras en A Guarda. CEDIDA
photo_camera Puerto pesquero, paseo marítimo y casas marineras en A Guarda. CEDIDA

Los amantes de la naturaleza y la tranquilidad cuentan con un interesante entorno natural en el municipio pontevedrés de A Guarda. Destacan el estuario y la desembocadura del Miño, la costa Atlántica, las playas marítimas y fluviales; sin olvidarse de los montes de el Torroso y el reconocido Santa Trega y sus vistas panorámicas a la desembocadura del río Miño, Portugal, el Océano Atlántico y el valle de O Rosal.

Además, para conocer los valores de A Guarda se ofrecen rutas de senderismo y culturales que facilitan la visita a este pequeño pero interesante municipio al sur de Galicia y lo convierten en un destino ideal para hacer una escapada en cualquier época del año.

Por su ubicación fronteriza con Portugal, A Guarda es el primer municipio gallego del Camino Portugués de la Costa que fue reconocido años atrás. Muchos peregrinos recorren el camino comenzando en Portugal en ciudades destacadas como Oporto o Viana do Castelo y continúan cruzando el río Miño en plena desembocadura siendo una experiencia muy recordada.

Otros eligen A Guarda como su etapa de inicio en su peregrinación a Santiago y así pueden disfrutar de una de los tramos más espectaculares como son los kilómetros entre A Guarda y Baiona.

Un motivo más para escoger A Guarda es su riqueza patrimonial que se concentran en dos áreas: el Monte Santa Trega y el casco urbano que se desarrolla en torno al puerto pesquero y casco histórico.

Esta localiidad es conocida por su excelente gastronomía gracias a la calidad del marisco y el pescado de la pesca de bajura y el buen hacer de los restaurantes. Por ello existe una gran tradición restauradora en el municipio. Además este municipio cuenta con un postre de renombre, la rosca de yema.

El Monte Santa Trega es un referente por sus valores patrimoniales, religiosos y paisajístico. No podemos olvidar que este monte es un excelente mirador a la desembocadura del Miño, imagen que queda grabada en todo aquel que lo visita.

Antes de la visita al Museo Arqueológico, en la cima, se recomienda primero comenzar con la visita al Castro de Santa Trega. Este castro se considera una citania por su extensión, supera las 20 hectáreas, y estuvo habitado por más de 4.000 personas lo que implica un importante urbanización del espacio. Actualmente está al descubierto menos del 20% del castro y la parte mejor conservada se localiza en la carretera de acceso a la cima.

Después del castro, a unos 500 metros, se localiza la Casa Forestal y allí se puede estacionar el coche y comenzar la visita a pie al yacimiento arqueológico. Desde este aparcamiento se ofrece una panorámica completa de la zona excavada, siendo más sencillo entender la organización de las construcciones en torno a patios, las calles estrechas y la muralla. 

Además desde la casa forestal se puede contemplar el barrio de Mergelina, zona sur del castro recientemente excavada y acondicionada, se puede bajar por la senda  o bien continuando por la senda de la casa reconstruida del río Miño. 

Desde la Casa Forestal se puede continuar el ascenso a pie y siguiendo el Vía Crucis se puede llegar hasta la Capilla de Santa Trega ya en la cima. Y a pocos metros ya se localiza el Museo Arqueológico de Santa Trega (MASAT) que conserva los vestigios encontrados a lo largo las excavaciones, como fíbulas, botones, empuñaduras, monedas o diversos objetos líticos y cerámicos. Está abierto de martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas.

Aquellos que les guste caminar y disfrutar de las vistas y del patrimonio el Monte Santa Trega ofrece una red de senderos que están enlazados y son de dificultad baja PRG-G 122 Camiños do Trega. Desde el parking de autocares de la cima del monte parte una variante de gran belleza por la panorámica que ofrece a la desembocadura del Miño.

Además del Monte Santa Trega y la desembocadura del Miño, A Guarda también cuenta con un interesante puerto pesquero. Conserva su carácter pesquero con las embarcaciones y las casas marineras, estrechas y de gran colorido. En el dique se observan las tareas diarias de los marineros y las embarcaciones.

Los más pequeños se sorprenden de las casas marineras del entorno de la calle Malteses, es el barrio marinero por excelencia que aún conserva parte de su ensencia. A veces parece un laberinto, pero es sencillo, pues las callejuelas enlazan el casco histórico con la calle Malteses. Es la zona más antigua con calles estrechas y casas de estructuras curiosas.

Desde el puerto parten varias rutas de senderismo muy sencillas que permiten conocer la costa. Hacia el sur parte la senda litoral y en 3,6km se llega a la desembocadura del Miño (playa O Muíño), es una ruta apta para bici y con alguna sorpresa interesante como las Salinas romanas.

Hacia el norte parte la ruta de las Cetareas, que son construcciones en el mar empleadas para mantener vivo el marisco. Tras 3 km de ruta se puede conocer la Cetarea Redonda, la más monumental y fácil de visitar con los niños.

Otro espacio museístico destacado es el Museo del Mar y todo el patrimonio marinero en torno al puerto pesquero, la Costa Atlántica y el río Miño.

El Museo del Mar acoge dos colecciones museísticas: una etnográfica con una muestra del antiguo trabajo en mar de A Guarda y otra malacológica, con una selección de conchas de mar del mundo. Se puede visitar los fines de semana y festivos. Horario de verano (15/06 al 15/09): 11:00 a 14:00h y de 18:00 a 21:00h. Y en invierno: 11:00 a 14:00h y de 16:00 a 19:00 h.

El Museo del mar destaca junto al nuevo y colorido pintado del dique norte con representaciones del patrimonio cultural y natural de A Guarda. Además en el entorno se localiza una pista deportiva y de skate para el disfrute de los más pequeños y otros ejemplos de arte urbano.

Además de las rutas litorales destaca el espacio natural más interesante de A Guarda, la desembocadura del río Miño. En sus últimos kilómetros antes de verter sus aguas en el océano forma un estuario de gran riqueza ecológica y la ruta PR-G160 Desembocadura del Miño permite conocer el entorno fluvial en un agradable y cómodo paseo. Las playas fluviales y marítimas completan la oferta natural de A Guarda.

Para aquellos amantes de la tranquilidad y la aventura el Monte Torroso con la Ruta BTT do Suroeste, que recorre los montes de la sierra de A Groba, es otra alternativa. Unos 35 km y un desnivel acumulado de unos 1.000 metros destacando los montes de Santa Mariña (O Rosal) y el territorio de A Valga (Oia). También es posible recorrer a pie los senderos de este monte, comenzando en la casa de la comunidad de montes.