Descubre A Guarda, un pueblo pesquero con encanto en la frontera con Portugal

El Monte Santa Trega, la desembocadura del Miño, el Camino Portugués de la Costa, su gastronomía... Son muchos los motivos que hacen de A Guarda el destino ideal para pasar unos días este verano. ¡Prepara las maletas y viaja!
Puesta de sol en A Guarda. CEDIDA
photo_camera Puesta de sol en el puerto. © Emilio Baz Pacheco

Los amantes de la naturaleza y la tranquilidad cuentan con un interesante entorno natural en el municipio pontevedrés de A Guarda. En este municipio destacan el estuario y la desembocadura del Miño, la costa Atlántica, las playas marítimas y fluviales además de los montes de el Torroso y el reconocido Santa Trega y sus vistas panorámicas a la desembocadura del río Miño, Portugal, el Océano Atlántico y el valle de O Rosal.

Además, para conocer los valores de A Guarda se ofrecen rutas de senderismo y culturales que facilitan la visita a este pequeño pero interesante municipio al sur de Galicia y lo convierten en un destino ideal para hacer una escapada en cualquier época del año.

Embarcación en A Guarda. CEDIDA
Embarcación tradicional Piueiro en el puerto. © Emilio Baz

Camino Portugués de la Costa

Por su ubicación fronteriza con Portugal, A Guarda es el primer municipio gallego del Camino Portugués de la Costa que fue reconocido años atrás. Muchos peregrinos recorren el camino comenzando en Portugal en ciudades destacadas como Oporto o Viana do Castelo y continúan cruzando el río Miño en plena desembocadura siendo una experiencia muy recordada.

Otros eligen A Guarda como su etapa de inicio en su peregrinación a Santiago y así pueden disfrutar de una de los tramos más espectaculares como son los kilómetros entre A Guarda y Baiona.

Un peregrino a su paso por A Guarda. CEDIDA
Un peregrino a su paso por A Guarda. © Emilio Baz

Su excelente marisco y su rosca de yema

Esta localidad es conocida por su excelente gastronomía gracias a la calidad del marisco y el pescado capturado por las embarcaciones de bajura y el buen hacer de los restaurantes. Por ello existe una gran tradición restauradora en el municipio. Además este municipio cuenta con un postre de renombre, la rosca de yema.

Langosta y rosca de yema. DP
Langosta y rosca de yema. DP

Monte Santa Trega

Un motivo más para escoger A Guarda es su riqueza patrimonial que se concentran en dos áreas: el Monte Santa Trega y el casco urbano que se desarrolla en torno al puerto pesquero y casco histórico.

El Monte Santa Trega es un referente por sus valores patrimoniales, religiosos y paisajístico. No podemos olvidar que este monte es un excelente mirador a la desembocadura del Miño, imagen que queda grabada en todo aquel que lo visita.

Monte Santa Tegra en A Guarda. CEDIDA
Monte Santa Trega, desembocadura del Miño y Océano. © Dionisio Ameal

Antes de la visita al Museo Arqueológico, en la cima, se recomienda primero comenzar con la visita al Castro de Santa Trega. Este castro se considera una citania por su extensión, supera las 20 hectáreas, y estuvo habitado por más de 4.000 personas lo que implica una importante urbanización del espacio. Actualmente está al descubierto menos del 20% del castro y la parte mejor conservada se localiza en la carretera de acceso a la cima.

A unos 300 metros de las casas reconstruidas, se localiza la Casa Forestal y allí se puede estacionar el coche y comenzar la visita a pie al yacimiento arqueológico. Desde este aparcamiento se ofrece una panorámica completa de la zona excavada, siendo más sencillo entender la organización de las construcciones en torno a patios, las calles estrechas y la muralla. 

Castro de Santa Trega, en A Guarda. CEDIDA
Castro de Santa Trega , estuario del Miño y Portugal. © Dionisio Ameal

Desde el aparcamiento de la Casa Forestal también se contempla el barrio de Mergelina, zona sur del castro recientemente excavado, y del que parte una pequeña ruta circular que facilita conocer este yacimiento. 

Después de recorrer el castro la visita continúa subiendo a la cima del monte, en coche por la carretera o bien a pie ascendiendo por la senda del Vía Crucis hasta llegar a la Capilla de Santa Trega. Y a pocos metros ya se localiza el Museo Arqueológico de Santa Trega (MASAT) que conserva los vestigios encontrados a lo largo las excavaciones, como fíbulas, botones, empuñaduras, monedas o diversos objetos líticos y cerámicos. Está abierto de martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas. En los meses de julio y agosto el horario se amplía de 9.00 a 20.30h ademas de ofrecer visitas guiadas al castro, solo hay que contactar con el museo.

Aquellos que les guste caminar y disfrutar de las vistas y del patrimonio el Monte Santa Trega ofrece una red de senderos que están enlazados y son de dificultad baja PRG-G 122 Camiños do Trega. Desde el parking de autocares de la cima del monte parte una variante de gran belleza por la panorámica que ofrece a la desembocadura del Miño.

Un hombre con una embarcación en A Guarda. CEDIDA
Pesca de bajura en el puerto. CEDIDA

Pueblo pesquero

Además del Monte Santa Trega y la desembocadura del Miño, A Guarda también cuenta con un interesante puerto pesquero. Conserva su carácter pesquero con las embarcaciones y las casas marineras, estrechas y de gran colorido. En el dique se observan las tareas diarias de los marineros y las embarcaciones.

Los más pequeños se sorprenden de las casas marineras del entorno de la calle Malteses, es el barrio marinero por excelencia que aún conserva parte de su ensencia. A veces parece un laberinto, pero es sencillo, pues las callejuelas enlazan el casco histórico con la calle Malteses. Es la zona más antigua con calles estrechas y casas de estructuras curiosas.

Otro espacio museístico destacado es el Museo del Mar y todo el patrimonio marinero en torno al puerto pesquero, la Costa Atlántica y el río Miño.

Museo do Mar de A Guarda. CEDIDA
Museo del Mar y dique norte pintado. CEDIDA

El Museo del Mar acoge dos colecciones museísticas: una etnográfica con una muestra del antiguo trabajo en mar de A Guarda y otra malacológica, con una selección de conchas de mar del mundo. Se puede visitar los fines de semana y festivos. Horario de verano (15/06 al 15/09): 11:00 a 14:00h y de 18:00 a 21:00h. Y en invierno: 11:00 a 14:00h y de 16:00 a 19:00 h.

El Museo del mar destaca junto al nuevo y colorido pintado del dique norte con representaciones del patrimonio cultural y natural de A Guarda. Además en el entorno se localiza una pista deportiva y de skate para el disfrute de los más pequeños y otros ejemplos de arte urbano.

Casco histórico y urbano

Zona histórica

Se puede estacionar en el puerto y conocer a pie el casco histórico. En el puerto se encuentra el Iglesia y Convento de San Benito, ahora hotel. Subiendo unas empinadas escaleras se accede a la calle Colón, antigua calle que une la zona del puerto con el casco antiguo. Se conservan también tramos de la muralla medieval en la calle Muro y calle Ireira.

Ya en la Praza do Reló se encuentra el antiguo ayuntamiento (Policía Local y Oficina de Turismo) y la Torre do Reló, antigua torre de procedencia medieval. Además se pueden observar ejemplos de casas indianas (existe en el municipio una ruta que muestra una parte de estas construcciones de los siglos XIX-XX). Una de ellas, la Casa dos Alonso, se encuentra en la Plaza do Reló y es el actual ayuntamiento. A pocos metros se encuentra la Iglesia parroquial de Santa María.

Alfonbras florales en la Plza do Reló de A Guarda. CEDIDA
Alfombras florales en la Plaza do Reló  © Lecio Alonso

Zona urbana y comercial

El casco urbano se organiza en torno al puerto pesquero, reflejo del pasado y presente marinero de A Guarda. Sus calles invitan a pasearlas y conocer la amplia e interesante oferta de comercios. Algunas calles comerciales cuentan con zona azul y tienen restringido el tiempo de estacionamiento (gratuito). En la bajada al puerto (calle Concepción Arenal) se encuentra la Plaza de Abastos, que ofrece productos frescos y de calidad durante las mañanas (excepto los domingos). Aquellos que disfruten de las compras disponen del mercadillo semanal (sábados de mañana) en la Alameda, donde se localiza un parking urbano y a pocos metros el mayor ejemplo de construcción indiana: el Centro Cultural, así como la carretera de acceso al Monte Santa Trega.

Desembocadura del Miño

Además de las rutas litorales destaca el espacio natural más interesante de A Guarda, la desembocadura del río Miño. En sus últimos kilómetros antes de verter sus aguas en el océano forma un estuario de gran riqueza ecológica y la ruta PR-G160 Desembocadura del Miño permite conocer el entorno fluvial en un agradable y cómodo paseo. Desde la Playa de O Muíño parte la senda litoral para enlazar con el puerto pesquero en una senda sencilla de 3,5 km con las salinas romanas excavadas en O Seixal. Y desde el puerto continua hacia el norte la ruta de las cetarias, antiguos viveros de marisco, que han dado fama a la gastronomía de A Guarda. Las playas fluviales y marítimas completan la oferta natural de A Guarda.

Playa O Muíño en la desembocadura del Miño. CEDIDA
Playa O Muíño en la desembocadura del Miño. © Emilio Baz 

A Guarda festiva

Sobran los motivos para visitar A Guarda durante todo el año, ya que fiestas y eventos culturales y deportivos se alternan cada semana. Especialmente en verano, la programación es completa y variada para todos los públicos. Cabe destacar las fiestas gastronómicas y las Fiestas del Monte.

En definitiva, hay una infinidad de experiencias para disfrutar de A Guarda en cualquier momento del año: rutas de senderismo, patrimonio, gastronomía, etc. Como última recomendación: recuerda acompañar la visita con una cámara de fotos para poder captar en el recuerdo todo lo que ofrece A Guarda.

Fuegos artificiales en A Guarda. CEDIDA
Fuegos artificiales de las Festas do Monte. © Dionisio Ameal