El acusado del conocido como crimen de Sárdoma, M.A.Q., cumplirá cinco años y diez meses de cárcel por matar a su padre y ocultar durante varios días su cadáver después del acuerdo de conformidad alcanzado este martes entre las partes.
La sentencia firme, de la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, declara al acusado culpable de un delito de homicidio con el agravante de parentesco pero con los atenuantes de confesión y alteración psíquica.
Así pues, la pena de once años y medio de cárcel que pedía la Fiscalía se ha quedado en algo más de la mitad.
Según quedó recogido en el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, M.A.Q. golpeó a su padre, con quien convivía, en la cabeza varias veces "con un objeto contuso-contundente".
Luego arrastró su cuerpo a un cobertizo, se marchó de casa y se dirigió a su puesto de trabajo, donde desarrolló su jornada habitual.
La víctima falleció a consecuencia de choque traumático, traumatismo cráneo encefálico abierto y facial múltiple tras sufrir lesiones, fruto de la agresión, "mortales de necesidad".
El acusado mantuvo el cuerpo de su padre tres días en el cobertizo. Luego lo transportó en una carretilla, amortajado, atado de pies y manos con un cinturón y cinta carrocera y cubierto con distintas telas y dos bolsas plásticas, hasta una finca forestal donde lo depositó y lo cubrió con ramas de arbustos y cañas que recogió en los alrededores.
Una semana después fue localizado el cadáver, y a los tres días, durante un registro judicial en la finca y el domicilio de su padre, M.A.Q. reconoció de forma espontánea que él lo había matado.
Desde su detención el 10 de enero de 2019, M.A.Q. ha permanecido en prisión provisional.
