El acusado de clavar un cuchillo en el cuello a su expareja será juzgado la próxima semana

La mujer pudo sobrevivir tras ser intervenida de urgencia en un hospital de Vigo en el que ambos trabajaban

Un hombre acusado de clavar un cuchillo de cocina en el cuello a su expareja, que pudo sobrevivir tras ser intervenida de urgencia en un hospital de Vigo en el que ambos trabajaban, deberá comparecer la próxima semana en la vista oral del juicio, informaron este viernes fuentes judiciales.

El individuo, identificado con las iniciales J.C.F.F., ha sido citado ante la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra y la Fiscalía pide 14 años y 11 meses de cárcel para él por intentar matar a su expareja. Según el escrito de acusación, la llevó en su coche hasta las inmediaciones del hospital Povisa, donde trabajaban ambos, aunque ella tuvo que recorrer unos 30 metros hasta la entrada de urgencias, aún con la hoja de un cuchillo de cocina clavada en el cuello.

A pesar de las circunstancias, pudo revelar a la médico que la atendió que había sido su expareja quien la había atacado, lo que propició su inmediata detención. Él trabajaba como celador y ella como auxiliar de enfermería en ese centro hospitalario privado.

Según el escrito de la Fiscalía, el 12 de abril de 2015 J.C.F.F. se presentó a primera hora en el domicilio de la víctima, M.F.F., con la que meses antes había roto una relación de tres años, con el rostro cubierto y armado con un cuchillo. Esperó a que saliera de su casa y la abordó por sorpresa, propinándole un fuerte puñetazo y luego le clavó el cuchillo en el costado.

A continuación, según figura en el escrito de Fiscalía, la arrastró hacia el sótano del edificio, donde la tiró al suelo boca abajo, se colocó encima de ella y le clavó de nuevo el cuchillo, esta vez en el cuello, mientras le decía: "hija de puta, si no eres para mí no eres para nadie, te voy a matar, muérete".

Después permaneció observándola impasible durante al menos diez minutos mientras ella agonizaba y le pedía auxilio, a lo que aquél contestó que esperaría a verla morir. Sin embargo, decidió llevarla hasta su coche, estacionado en el exterior de la casa de su expareja, y la condujo hasta las proximidades del hospital, donde la abandonó.

Como consecuencia de la agresión, la mujer fue intervenida de urgencia e ingresó con el cuchillo fraccionado en dos partes que atravesaba estructuras cervicales de lado a lado y con sección de la faringe y pequeños vasos venosos y arteriales, lo que supuso un riesgo vital crítico.

La víctima ha sido diagnosticada de trastorno de estrés postraumático de carácter grave, que requiere de seguimiento psiquiátrico, tratamiento farmacológico y apoyo psicológico. Asimismo, padece secuelas físicas y estéticas graves que provocan constantes reacciones emotivas con alteraciones en su conducta y relaciones interpersonales, encuadrables en una secuela de grado medio-moderado.

La Fiscalía califica el delito de tentativa de asesinato con agravante de parentesco y, además de la pena de cárcel, solicita una orden de alejamiento de la víctima a una distancia no inferior a 500 metros por un periodo superior a diez años a la pena de prisión que se le imponga. Asimismo, en concepto de responsabilidad civil solicita una indemnización a la víctima de 200.000 euros, aparte de lo que determine la sentencia por gastos de rehabilitación y asistencia médica.

La Fiscalía sugiere que la declaración de la víctima, si está en condiciones para hacerlo, sea por vídeoconferencia para evitar una confrontación visual con el acusado en la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra, que ha reservado dos jornadas, el martes y el jueves, para la vista oral.