Como si de una broma de mal gusto se tratase, el Ministerio de Fomento convocó el martes una reunión urgente con la concesionaria de la autopista y anunció que en la misma solicitará a Audasa que valore el levantamiento de las barreras del peaje en caso de colas o retenciones provocadas por las obras en el puente de Rande.
La cita llega 1.173 días después de iniciar los trabajos, que se pusieron en marcha el 28 de febrero de 2015. Y a sólo dos semanas de que concluyan (según el Ministerio estarán listos el 31 de mayo a falta de algún retoque). Ampliar el puente con sus dos nuevos carriles laterales costó 192 millones. La obra fue vendida como un hito de la ingeniería realizado a 148 metros sobre el nivel del mar en un voladizo atirantado, algo inédito hasta el momento. Van 41 meses de faena. Y Audasa recaudó en este tiempo algo más de 150 millones de euros en los peajes entre Pontevedra, Redondela y Vigo.
La concesionaria no autorizó levantar las barreras de cobro en la AP-9 ni una sola vez durante los últimos 41 meses de obras en el puente
El renovado puente fue inauguró en falso en diciembre de 2017 para que la gestora de la AP-9 pudiera aplicar el autorizado incremento de peajes (que finalmente no se atrevió a consolidar, limitándose a subir sus tarifas de acuerdo al IPC). Cientos de miles de usuarios de la autopista se vieron atrapados durante todo este tiempo en kilométricas retenciones que, en horas punta, llegaron a superar los ocho kilómetros y las dos horas de espera. Ni una sola vez en estos 41 meses Audasa levantó las barreras del peaje. Y tampoco pidió disculpas.
Tras la inauguración en falso, la concesionaria se pasó cuatro meses asfaltando los cuatro carriles antiguos (1.558 metros de carretera), hasta que por fin admitió la verdad: faltaban algunos trabajos relacionados con la seguridad del viaducto. En realidad, Audasa lleva desde enero afianzando y regulando los 80 nuevos tirantes de Rande.
Y la paciencia de los usuarios está completamente agotada. De hecho, la presión de los últimos días tanto de los conductores como de los concellos afectados, los partidos políticos y la propia Xunta es lo que ha provocado esta tímida reacción ministerial. Fomento confirmó este martes una reunión inminente para este mismo miércoles con Audasa, en la que también estarán presentes el director general de Carreteras y el subdelegado del Gobierno.
Se abordarán posibles medidas a adoptar en caso de atascos. Pero en ningún momento se hablará de devolver lo cobrado (algo que solicitó el PP de Vigo hace una semana), ni mucho menos de sanciones por lo ocurrido. El ministro De la Serna tiene, además, sobre su mesa la tercera petición de la Xunta para que le sea transferida la gestión de la AP-9 a Galicia, una solicitud que, por tercera vez, concitó la unanimidad de todos los partidos y que, en las dos anteriores ocasiones, fue vetada en la Mesa del Congreso. Al menos por ahora, Fomento ni cedió, ni sancionó, ni tampoco reaccionó ante la masiva queja de los gallegos por todo lo sufrido en Rande.
