Un huevo gigante anuncia la llegada de una nueva criatura a Vigo

Muchos piensan que el dinoseto podría aumentar su prole, pero hay otras teorías
El huevo en la Gran Vía de Vigo.TWITTER
photo_camera El huevo en la Gran Vía de Vigo.TWITTER

El dinoseto marcó un antes y un después en el entorno de la fauna y flora viguesa. Llegó en 2015 y y tras varias ubicaciones en la ciudad, un 'hijo', y varias Navidades a toda bombilla, parece que ha llegado el momento de que llegue una nueva criatura a la ciudad.

Y es que un huevo de magnitudes gigantescas y aparicencia prehistórica a surgido al final de la Gran Vía viguesa, justo debajo de la escultura del Monumento ao Traballo, en el que varios marineros tiran de una red.

La aparición del huevo podría ser parte de una campaña de promoción de la apertura de Vialia la próxima semana, dado que la cáscara comparte colores con el logo del nuevo centro comercial.

Muchos curiosos han pensado que tal vez el dinoseto tenga descendencia con la eclosión de este huevo en el centro de la ciudad. Sin embargo, hay algo que indica que podría tratarse de una criatura de otra clase.

😳👉 Esto es real, no un fake: hay cámaras de televisión, compañeros de radio entrando en directo y gráficos de prensa en el huevo que ha aparecido en Gran Vía #Vigo #periodismosigloXXI #estoesloquehay #nosloponenahuevo pic.twitter.com/DbJgdmk6og

— Vigoalminuto (@Vigoalminuto) September 21, 2021

El ser, que sin duda pronto verá la luz, ya ha roto la cáscara y asoma una de sus patas al exterior. Aunque más que de una pata, en realidad parece tratarse de un tentáculo, dado que se intuyen cuatro ventosas en su extremo. Este detalle, junto al lugar en el que está colocado, bajo las redes de los marineros, hace pensar que se trate de una criatura marina, un cefalópodo.

Posiblemente, esta nueva incorporación al bestiario urbano vigués sea un guiño a la novela de Jules Verne 20.000 leguas de viaje submarino. Se trata de una obra de ficción muy vinculada a Vigo, ya que el mítico submarino Nautilus recala en el puerto olívico durante su travesía, y se conocen al menos dos visitas del autor francés a la ciudad.

El monumento ya existente, ubicado junto a los jardines de Montero Ríos atestigua el apego de los vigueses a la obra. Se trata de una escultura de bronce instalada en 2005, en conmemoración del centenario del novelista, en la que la figura del autor descansa cobre los tentáculos de un pulpo de grandes dimensiones como el que describe en su novela.

NO ES EL PRIMER HUEVO. No obstante, este no es el primer huevo puesto en las urbes viguesas. El hijo del dinoseto –otro seto en forma de dinosaurio, pero de menor tamaño– también surgió después de que apareciera un huevo junto al dinoseto original.

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