Los acusados de introducir cocaína usaban a mujeres para que trajesen la droga sin saberlo

La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra acoge el juicio contra los nueve acusados  Los abogados de la defensa han solicitado, sin éxito, que la causa sea derivada a la Audiencia Nacional, así como la nulidad de las escuchas telefónicas

Sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. ADP
photo_camera Sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. ADP

Los nueve acusados de formar parte de una organización dedicada a la introducción de cocaína en España a través de pasajeras de vuelos procedentes de países sudamericanos o de paquetes postales han negado su participación o directamente se han acogido a su derecho a no declarar. La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, ha acogido este lunes la primera de las cinco sesiones programadas de la vista oral del juicio contra la supuesta trama, en la que los abogados de la defensa han solicitado, sin éxito, que la causa sea derivada a la Audiencia Nacional, así como la nulidad de las escuchas telefónicas.

La Fiscalía pide para los nueve acusados penas que oscilan entre los once años y los seis años y medio de cárcel por sendos delitos contra la salud pública y de integración en grupo criminal, y multas de entre 62.000 y un millón de euros.

El presunto cabecilla de la trama, Álvaro Menéndez, se ha acogido a su derecho a declarar, así como José Luis Oubiña, a quien la Fiscalía sitúa en el mismo escalafón dentro de la supuesta organización y que acumula varias condenas en firme, tanto en España como en Portugal, por tráfico de drogas. Tampoco ha declarado el considerado como químico del grupo, Javier Camargo, supuestamente la persona encargada de extraer en España la cocaína diluida en una mezcla que se impregnaba en origen en el equipaje que llevaban encima mujeres que hacían de correos humanos.

El resto de acusados solo han respondido a las preguntas de sus abogados, la mayoría para desvincularse de la supuesta trama investigada y para afirmar que solo conocían a Álvaro Menéndez. Éste es el caso de Alexandre T., la persona que fue a buscar a otra de las acusadas, Noelia E.G., al aeropuerto de Madrid Barajas, de un vuelo procedente de Asunción con escala en Sao Paulo (Brasil), donde ambos fueron detenidos en marzo de 2017 con bolsos de viaje impregnados con cocaína. Los dos han dicho que desconocían este extremo y que se limitaron a seguir las instrucciones que les había dado el presunto cabecilla.

Él ha alegado que tenía instrucciones de tramitar una carta de invitación para ella e ir a recogerla al aeropuerto. Ella ha explicado que viajó a España con la promesa de trabajar en un restaurante y que los bolsos de viaje se los había dado en Paraguay un conocido, lo que le hizo dudar, pero al revisarlos y no ver nada sospechoso, aceptó usarlos, también porque su situación laboral y personal, sola y con dos hijos a cargo, era "desesperada".

Relacionados con un envío de paquetería postal a Barcelona, también intervenida por la Policía, han sido interrogados José A.A., Felipe H. y Yolanda M. Los dos primeros han declarado que conocían a Álvaro Menéndez al coincidir en prisión pero han negado que concertaran operación alguna para introducir cocaína. El primero justificó los contactos que por aquella época mantuvo con el supuesto cabecilla en el interés de éste en abrir un negocio en Cataluña, y el segundo, en unas presuntas gestiones para abrir un local de masajes eróticos. Además, ambos han afirmado que se conocían entre ellos porque tienen a sus hijas en el mismo colegio, al igual que Yolanda M., quien ha negado que le propusieran siquiera figurar como receptora de paquetes con cocaína como el interceptado por la Policía.

En el trámite de cuestiones previas, la abogada de uno de los acusados ha esgrimido que la investigación policial fue prospectiva y que se basó en "meras interpretaciones" de las llamadas telefónicas intervenidas. Ha deslizado que al apellidarse Oubiña uno de los procesados, la Policía dedujo "puede que estén tramando algo", y ha deslizado que en vez de droga, las conversaciones se podrían referir a una operación de importación de marisco.

El fiscal ha rebatido estas afirmaciones y ha reproducido en sala varias de las llamadas telefónicas intervenidas, con Álvaro Menéndez siempre de protagonista, y al otro lado de la línea, supuestos enlaces en Paraguay. En estas conversaciones, el presunto cabecilla ofrece a uno de sus interlocutores un trato para traer a mujeres con falsas promesas laborales, con el propósito de emplearlas en un local de alterne de su propiedad en Madrid y, adicionalmente, que éstas lleven encima bolsos de viaje con cocaína impregnada.

En otra llamada se le escucha dar instrucciones de cómo debía ser el proceso para impregnar la cocaína, que no cita explícitamente, mezclada con otros elementos, como tomillo o mostaza, y recubrir toda esta pátina con manteca de serpiente. En un momento dado, Álvaro Menéndez insiste a su interlocutor en lo mucho que se juega en la operación y en que lo que tiene entre manos "no es moco de pavo", y le pide que la joven que va a hacer de correo humano, sin que ella lo sepa, borre todo rastro de las conversaciones que mantuvieron y de los giros de dinero que realizó.

El juicio proseguirá este martes con la ausencia de tres de los encausados, que solo tendrán que asistir en la última jornada, con la venia del tribunal por razones de salud. 

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