La escultura de los percebes con la que José Molares homenajea en Bouzas a la ría de Vigo desapareció de forma misteriosa durante el fin de semana. O al menos así lo creyeron varios vigueses, que llegaron a denunciar un robo que nunca existió. Porque las piezas estaban en un taller de la Autoridad Portuaria.
Hubo incluso una llamada al escultor alertando de su desparación y se revisaron las cámaras de seguridad. Hasta que se supo que los percebes están a buen recaudo. Un simple susto.