El Ayuntamiento de Vigo implantará una nueva tarifa del agua a partir del próximo 1 de enero que pretende potenciar un uso responsable del agua y que beneficiará a los empadronados en la ciudad.
Tal y como ha anunciado este jueves el alcalde, Abel Caballero, la nueva factura incluirá un coste fijo por mantenimiento de las redes de abastecimiento, el alcantarillado y la depuración, y un coste variable que dependerá del consumo.
Las personas que consuman menos de cien litros diarios, que es lo que recomienda la OMS para poder garantizar las condiciones de higiene y salud, pagarán siete céntimos al día, y a partir de ahí la tarifa irá subiendo.
Sucede que si en una vivienda viven cuatro personas y sólo están empadronadas dos, el consumo máximo para optar a esa tarifa reducida será de 200 litros, mientras que si estuviesen empadronados los cuatro dispondrían de 400 litros a ese precio reducido.
"Es un factor de apoyo al empadronamiento", ha reconocido Caballero, que ha calculado que en torno a la mitad de los consumidores se ahorrarán con el nuevo sistema al menos un 2 por ciento en la factura del agua, que ahora se alinea con las exigencias normativas de la Unión Europea.
Caballero, que ha calificado este paso de "histórico" ha señalado, además, que se dará un trato más favorable a los usuarios que utilizan agua caliente central y que habrá bonificaciones para las 4.000 familias con pocos recursos a los que ya se les bonifica en el impuesto de la basura.
Este nuevo sistema ya ha sido aprobado por la Junta de Gobierno y ahora afronta un tortuoso camino de consultas, dictámenes, enmiendas y alegaciones hasta que sea aprobada en el pleno para que entre en vigor con la llegada de 2021.
