Vigo sondea socios industriales para una fábrica de semiconductores pionera

En plena crisis por la escasez de estos chips, Zona Franca y UVigo avanzan para dotar a Galicia de una planta en tres años
Componente electrónico. EP
photo_camera Componente electrónico. EP

Agudizada por el repunte del consumo de ordenadores, consolas, smartphones con 5G y televisores inteligentes en plena pandemia y por la creciente incorporación de componentes electrónicos en los nuevos modelos de automóviles, la crisis abierta por el desabastecimiento mundial de materiales semiconductores ha lastrado la industria gallega. Aunque el golpe más evidente ha sido el que están encajando a la planta viguesa de Stellantis y sus proveedores —pues este año se estima que PSA producirá 50.000 coches menos debido a la escasez de estos componentes tras montar unos 497.000 en 2020, lo que ha abocado ya al Erte a 20.000 trabajadores del sector—, las tensiones se extienden a otras industrias tecnológicas.

Según la consultora Gartner, el mercado mundial de los semiconductores alcanzó los 466.200 millones de dólares en 2020 tras despuntar más de un 10%, con Intel, Samsung Electronics y SK Hynix a la cabeza, lo que refleja la dependencia de los fabricantes anclados en EE.UU. y Asia. Y las proyecciones deparan un intenso crecimiento. Solo en lo que toca a los chips para automoción, KPMG estima que el volumen de negocio pasará de los 40.000 millones de dólares de 2019 a superar los 200.000 millones en 2040.

Ante este panorama, Zona Franca de Vigo y UVigo han presentado una manifestación de interés al Ministerio de Industria para obtener fondos Next Generation con el fin de levantar una fábrica de circuitos fotónicos y un laboratorio de I+D con un presupuesto de 50,4 millones. La planta estaría operativa en tres años y generaría 150 empleos directos "de alto valor técnico", como constata el delegado de Zona Franca, David Regades.

El delegado de Zona Franca, David Regades, avanza que los contactos con potenciales socios industriales se desarrollan "con mucho éxito"

Convencido de que el proyecto logrará recursos europeos, el representante del ente público indica que la iniciativa cuenta con «el respaldo» del ministerio, el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Concello y la Diputación, así como con apoyos «importantes» en el European Photonics Industry Consortium, que agrupa a 650 empresas. "Ahora estamos hablando con el socio industrial en una ronda de negociación con mucho éxito; todos nos dicen que quieren estar en este proyecto, de modo que se unen todos los factores para poder desarrollarlo", augura Regades.

También percibe que "las expectativas son muy buenas" el profesor y experto en fotónica Francisco Díaz Otero. "Se trata de una tecnología en la que somos punteros, expone el experto, que constata que la UVigo diseña circuitos fotónicos en el laboratorio Qophi. La factoría tendría capacidad para "cubrir a toda la industria que implantase" estos componentes, como el automóvil, las farmacéuticas o el sector aeroespacial, a los que se suministrarían circuitos como los "sensores o los transmisores de datos". 

Aunque está claro que el plan no resuelve «el problema actual», se trata de preparar a Galicia para el futuro. "La industria se beneficiaría de esta infraestructura y no se daría la situación actual", concluye este ingeniero, que estima que la planta podría atender "hasta un 10% del mercado de fabricación y un 20% del de dispositivos".

El profesor de la UVigo y experto en fotónica Francisco Díaz Otero apunta que los componentes que fabricará la factoría servirán para atender la demanda del automóvil, de las farmacéuticas o el aeroespacial

Además de apuntar que las negociaciones para encontrar socio industrial "están muy avanzadas", Regades, por su parte, incide en que se trata de crear una instalación de nanofabricación e investigación "líder en Europa" y que sería «única» en el sur de Europa. Los dispositivos fotónicos, que suponen un avance respecto a los electrónicos al reducir el consumo energético, por su capacidad de transmisión y mayor seguridad, serían "clave" para el desarrollo del coche autónomo en el que trabaja la automoción gallega. 

Primux, fabricante de electrónica de consumo de San Cibrao das Viñas:
"Competir con grandes marcas por conseguir chips es un gran reto"

La prolongada escasez de semiconductores también golpea a los fabricantes de ordenadores, que los montan en PCs, teclados, ratones, webcams y auriculares. Anclada en la Tecnópole y con más de 50 trabajadores, Primux diseña y produce equipos de sobremesa, tablets y portátiles. Su director general, Daniel Rodríguez, indica que, gracias "al estudio de mercado y planificación realizada", el abastecimiento de chips y componentes está "garantizado" para poder atender la demanda de la campaña de "vuelta al cole". A partir de ahí, la situación "para los siguientes meses no es demasiado alentadora".  

A la escasez de materias primas se suma el colapso de los fabricantes de chips y unos precios inmersos "en una subida exponencial" en un mercado en el que la firma ourensana se enfrenta a grupos de la talla de Asus, Microsoft, Lenovo o Apple. "Para Primux es un gran reto competir con las grandes marcas para conseguir los demandados semiconductores", admite el ejecutivo, que, no obstante, señala que la empresa cuenta con un equipo profesional "altamente cualificado" que "va a garantizar el suministro". Primux, que monta chips de Intel y AMD, entre otras grandes firmas que fabrican en Europa, Asia y América, constata que, "lamentablemente, España no cuenta con ninguna planta" desde que en 2001 cerró la factoría de microprocesadores de Lucent en Madrid. "Confiamos en que la situación cambie con las reuniones que estamos manteniendo con la administración, empresas privadas y la universidad", avanza Rodríguez. 

Daniel Rodríguez, director general de Primux.EP
En el sector, el desabastecimiento no es nuevo, pero con el covid se ha visto acentuado por el repunte de la demanda de equipos informáticos para teletrabajar, seguir las clases desde casa y para hacer más llevadero el confinamiento. "En 2020 pudimos atender las necesidades de todos nuestros clientes e incluso hacer donaciones de equipos a estudiantes con escasos recursos", señala el director general. Primux incluso desarrolló el año pasado portátiles con procesadores de última generación y gráficas de alta resolución con los que trabajan firmas de arquitectura y laboratorios de investigación. 
En sus 15 años de trayectoria, Rodríguez asume que Primux ha sido testigo de "muchas crisis", pero sin duda "esta es una de las más devastadoras".

¿Por qué? Porque a la falta de semiconductores se suma la escasez de otros componentes. "Desde marzo, el problema de abastecimiento de pantallas led es tremendamente grave", refiere el empresario, que lo atribuye a que Intel y AMD ultiman sus nuevas tecnologías para la segunda mitad del año, lo que condiciona las líneas de producción. A esto hay que añadir el repunte de la demanda de la industria del automóvil de chips y pantallas led y "la minería de criptomonedas, que necesita potentes tarjetas gráficas y componentes auxiliares". Y contrariamente a lo que podría pensarse, producir un microchip lleva su tiempo. "Son casi 600 pasos y su fabricación puede llevar hasta seis meses", como indica el ejecutivo.

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