La Xunta sostiene que reducir el caudal ecológico de la presa de Eiras, como demanda el alcalde de Vigo, Abel Caballero, es una medida "insuficiente" para garantizar el abastecimiento a medio y largo plazo de la ciudad olívica y los municipios que se surten de este embalse.
Caballero advirtió este lunes de que a partir de noviembre la presa evacuará por culpa de los "burócratas de la Xunta" 1.300 litros por segundo al río, "cuando el consumo diario en Vigo es de 1.000 litros por segundo", e insistió en pedir la reducción del caudal ecológico.
En un comunicado, la administración gallega se inclina por "soluciones de mayor calado", como que el Gobierno declare "las actuaciones necesarias" para dar garantías de abastecimiento a esta zona del sur de Galicia como obras de interés general del Estado.
Unas medidas que, esgrime, se deben planificar con la "anticipación suficiente" y dotarse de garantías de financiación para evitar "un riesgo reiterado de desabastecimiento en el contexto del cambio climático".
Adicionalmente, indica que la actual situación del embalse de Eiras, por encima del 60% de su capacidad, "no justifica" la modificación del caudal ecológico; una medida que sería, en todo caso, "insuficiente" en caso de sequía.
Por contra, la Xunta hace hincapié en la "clamorosa necesidad" de actuar en la potabilizadora municipal tras evidenciarse durante el episodio de sequía del año pasado que esa instalación "es incapaz de tratar el agua para el consumo" cuando la presa de Eiras baja del 40% de su capacidad.
Concluye la Xunta que esas "graves deficiencias" de la potabilizadora del Casal son las que motivan "la preocupación por el abastecimiento del agua" en Vigo "incluso cuando no escasea el agua, como es el caso en la actualidad".
