Blog | Pontevedreando

El orgullo de Monte Porreiro

¿DE QUÉ DEPENDE una buena educación? ¿De las leyes? ¿Del centro escolar? ¿Del profesor que te toque? Supongo que de las tres cosas, pero si alguna de las partes sobresale frente al resto, consigue un arrastre del alumno hacia la excelencia. Y la excelencia no es solo académica.

Ayer buceé en el archivo de este periódico en busca de reportajes y entrevistas relacionados con el IES Luis Seoane de Monte Porreiro. Acababan de birlarle el Premio Cidade de Pontevedra a la Festa HQR!, que es la nuestra, y no era para menos. Buscaba excusas, podría decirse. Y descubrí, finalmente, que lo que se había producido en esta edición de los galardones era un combate entre Muhammad Ali y Joe Frazier: de 2015 no salió un campeón de segunda categoría, un interino, sino un campeón de campeones. 

Porque en ese ejercicio de rastreo hallé en menos de un año razones de peso infinitas para premiar al Luis Seoane. El colofón fue el premio Acción Magistral recibido en diciembre de manos de la reina Letizia, por su proyecto ‘Aprender, convivir en el marco de una escuela asociada a la Unesco’ , pero la hemeroteca de 2015 escupió un currículum irresistible: unos alumnos ganadores de un concurso de emprendedores, un viaje a Polonia con visita al campo de concentración de Auchwitz incluida, una victoria en el Campeonato de debate en Pontevedra, una estudiante becada por la Fundación Amancio Ortega o un grupo de chavales que había montado un grupo de rock que ensayaba en los recreos. Insisto: solo en 2015. O son unos publicistas geniales o hacen las cosas muy bien.

Por si había dudas en un sentido o en otro, la entrevista que publicamos el miércoles con el director del centro sirvió para atajar el debate. «Todos os proxectos tratan de que os rapaces entendan o que hai no exterior e non se encerren só no de aquí. Por iso están orientados a traballar en rede cos alumnos de colexios de cinco continentes. Teñen que ver que están nun mundo global e esa apertura failles entender que hai persoas que pensan diferente, falan diferente, visten diferente, teñen outra relixión... pero todo debe ser respectado».

Las palabras de Carlos García remitían directamente a las de otra entrevista, publicada en julio, con una profesora emblemática del centro (lo sé: Frazier se dedicó este año a hacer publicidad de Ali; en Diario de Pontevedra somos así). Era Luisa Márquez, que dejó alguna perla memorable: «A educación é a arma máis poderosa que temos para transformar o mundo. Áparte diso, os alumnos teñen que ser felices. Porque un rapaz que vai feliz á escola aprende. Teñen que aprender, convivir e ser felices na escola».

Convivir. Una palabra que encontrarán a menudo en cualquier información que incluya al Luís Seoane. La integración desde la base. Pienso en ellos cuando a todos se nos llena la boca al hablar de la lucha contra la violencia machista e insistimos en que los cambios deben surgir desde la educación.

Educar, en el fondo, es abrir la mente, enseñar a pensar, a enfrentarse al mundo. Y tratar de cambiarlo. De eso creo que va todo lo que se cuece en el Luís Seoane. De diversidad, imaginación, ganas, convivencia y respeto. Y no olviden que ese instituto está en Monte Porreiro, ese lugar que durante años corrió el riesgo de ser un gueto. El centro luchó contra el contexto, contra el entorno y contra los prejuicios y ahora es el mayor motivo de orgullo que tiene el barrio. Ser los mejores. Liderar con el ejemplo. La Festa HQR! también consiste un poco en eso. De ahí que para el Diario, señores del Luís Seoane, nunca una derrota como la del lunes supiese tanto a victoria colectiva. Enhorabuena. Y a seguir igual.

Comentarios