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Volvió el glamur!

Los Globos de Oro cambiaron su formato habitual, pero eso no significó que las actrices renunciasen a la sofisticación y la elegancia

Los Globos de Oro han descorchado la temporada de premios y alfombras rojas en tiempos de coronavirus. Aunque, eso sí, en esta ocasión muchas estrellas han tenido que conformarse con la alfombra de casa porque el evento ha sido mitad presencial y mitad virtual. Pero tener que seguirlo desde el salón no ha impedido que muchos de los invitados hayan perdido pizca de glamur. A otros, en cambio, les ha marcado tanto el confinamiento que sus looks se han regido por la máxima de la comodidad, como Jodie Foster, que llegó a recoger su premio enfundada en un pijama desde el sofá de casa (de Prada, eso sí). Los códigos de vestimenta han sido más variados que nunca, pero la magia de la gala todavía no se ha esfumado y nuestras estrellas han sido más imaginativas que nunca.

TOP FIVE. Queríamos sofisticación y la tuvimos, queríamos excentricidades y también las hubo. Pero también buscábamos vestidos elegantes y sencillos, y fue Amanda Seyfried [imagen central] la que nos lo dio al transformar un diseño de novia en una opción perfecta para la gala. Nominada a Mejor Actriz de Reparto, su look rendía homenaje al Hollywood dorado con un vestido de la colección Bridal primavera-verano 2021 de Óscar de la Renta. Un diseño muy simple cuyo único detalle es la corona de flores que cae en la espalda. Seyfried escogió también unos pendientes largos, un collar sencillo y una pulsera de Jaeger-LeCoultre.

AMANDA1También deslumbró Anya Taylor-Joy. Se llevó el Globo de Oro como Mejor Actriz de Miniserie por Gambito de dama, pero la estatuilla quedó eclipsada por su maravilloso traje. Un diseño de color verde esmeralda que realzaba su silueta de Alta Costura de Dior, diseñado por la propia Maria Grazia Chiuri, de tirantes y con un pronunciado escote. Lo más especial fue el abrigo superpuesto con el mismo color y tela que dejaba ver sus hombros. Como complementos, unos stilettos de efecto glitter y joyas de Tifany.

La delicadeza e inocencia tuvo nombre: Elle Fanning, una especie de Cenicienta sin volúmenes ni extravagancias. No caminó por la alfombra roja, pero como si lo hubiera hecho porque su look era propio de red carpet: un elegante Gucci sedoso en azul pastel, uno de los más bonitos de la gala.

Y si hay un vestido que conquistó a expertos y críticos, ese el de Julia Garner. Un vintage de Prada que nos ha recordado lo mejor de esta casa. Garner arriesgó y triunfó con esta opción en blanco y negro y marcado escote en V. El fajín de pedrería convierte el atuendo en uno de ensueño.

Menos maquillaje y menos pedrería —tampoco le hizo falta— para Jane Fonda, que brilló con un look responsable con el medioambiente. Prometió en 2019 no comprarse ropa nueva y continúa cumpliendo su palabra.

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