TENÍA EN mente dedicar esta cita del sábado a un tema, que nada tenía que ver con esta polémica, pero después de la que se ha organizado en los últimos días con la concesión del Premio Donostia a Johnny Depp, sería dar la espalda a una situación que, lamentablemente, se viene dando en los diferentes aspectos de nuestro día a día.
La pena del telediario, el juzgar de oídas, el ver la paja en el ojo ajeno y no en el propio. La censura, en las «todopoderosas» redes sociales, al festival de cine de San Sebastián por conceder su máximo galardón al actor de Kentucky, ha obligado a su director a redactar un comunicado y justificar aquello que no necesitaba ni una disculpa.
Los que conocemos a José Luis Rebordinos, director del reconocido festival, sabemos de su ecuanimidad, conocimiento, respeto y amor al cine. Al frente de esa cita cinematográfica desde 2011, desde mediados de los 90, ya formaba parte de los comités de dirección y de selección del festival. Hombre hospitalario, accesible a todos, siempre dispuesto a echar una mano y facilitar nuestro trabajo, ha tenido estos días ese protagonismo que siempre le da a sus invitados.
"Tras el anuncio de la concesión del Premio Donostia al actor y productor Johnny Depp, se ha acusado al Festival de San Sebastián de falta de ética ante la violencia contra las mujeres. Como director y máximo responsable, quiero recordar nuestro compromiso contra la desigualdad, el abuso de poder y la violencia machista. Además de cumplir los compromisos, adoptados en la Carta por la Paridad y la Inclusión de las Mujeres en el Cine, el Festival ha promovido de forma consciente la presencia de profesionales mujeres al frente de sus departamentos. También hemos intentado crear ambientes seguros para las mujeres en los lugares de trabajo y en las sedes en las que se celebra el Festival y, ante comportamientos inapropiados, que han existido, hemos actuado con contundencia y rapidez.
En los tiempos actuales, dados al linchamiento en las redes sociales, vamos a defender siempre dos principios básicos que forman parte de nuestra cultura y de nuestro ordenamiento jurídico: la presunción de inocencia y el derecho a la reinserción. De acuerdo con los datos probados de los que disponemos, Johnny Depp no ha sido detenido, acusado o condenado por ninguna forma de agresión o violencia contra ninguna mujer. Insistimos: no ha sido acusado por ninguna instancia ni jurisdicción, ni condenado por violencia contra las mujeres. El rechazo a cualquier conducta violenta o de acoso y la presunción de inocencia forman parte y formarán parte de nuestros principios éticos".
A Depp se le premia por su trayectoria profesional, no por un comportamiento privado que, como se detalla en el comunicado, no ha sido demostrado, ni penado. No es de mis actores de cabecera, pero reconozco que es un profesional de los de verdad. Misterioso, rebelde y versátil. Él dice que ser actor "es un trabajo de niños" y confiesa sin rubor su adicción a las películas arriesgadas. Te habla susurrando y se ruboriza cuando alabas su talento. Sigue siendo tan alérgico a la prensa como a las listas de los más sexys. Aun así, mis encuentros con él siempre han sido cordiales y fructíferos, por eso hablemos de ética y dejémonos de polémicas que enturbian el verdadero motivo de una decisión.
