Blog | A mi manera

El orfebre

Ramón Campos
photo_camera Ramón Campos

"TIENES que escribir un libro". Me lo han dicho cantidad de veces. Y siempre he respondido lo mismo. No tengo capacidad inventiva para imaginar y desarrollar una historia. Tal vez por eso, admiro enormemente a quien sabe hacerlo con ingenio, maestría y buena redacción. “Escríbelo sobre tus anécdotas, que son cantidad”. Y también respondo lo mismo. Lo que realmente interesaría, lo que generaría titulares, nunca lo escribiría. Hay cosas que deben quedar en el ámbito de la confi dencia o, incluso, de la intimidad. Así que, por esta vía, tampoco lo llevaría a cabo. Moraleja: nunca escribiré un libro.

Lo que sí hago, cada vez más, es leer mucho. Aun cuando no me da la vida en el día a día, busco un momento, aunque sea rápido, para abstraerme y adelantar algunas hojas de lo que tenga entre manos. La lectura me hace soñar, me lleva a otros estados de ánimo, me permite viajar a los mundos que los demás crean y, si el escritor es de los buenos, me enseña a perfeccionar mi manera de expresarme. En defi nitiva, puede resultarme pedagógica incluso.

Es importante que, de niño, te enseñen a amar la lectura. Depende de cómo te convenzan de su conveniencia, tu predisposición será adictiva o de rechazo. He tenido que leer mucho de pequeña. El colegio imponía sus normas y pocas opciones quedaban para rebelarte, pero lo que realmente me gustaba era bucear en aquellos libros que yo elegía para mis ratos de ocio. En ellos es donde nació mi pasión por leer. Lo impuesto nunca lo he encajado bien en ningún aspecto de la vida. Y sigo en esa dinámica. Basta que me digas “haz esto” para que sea algo que evite.

Por mi trabajo tengo que leer bastante. No todo lo que llega a mis manos es de mi agrado pero, como ocurre con las películas, para entrevistar a sus protagonistas tienes que hacer antes los deberes. E s decir, leer y ver los trabajos antes de enfrentarte a la charla presencial. Hacerlo, por lo menos a mí, me proporciona la tranquila sensación de contar con los datos necesarios para el debate.

“No todo el que escribe es escritor”, me repiten mucho. Y, a veces, me arrancan una sonrisa porque tampoco es periodista el que hace entrevistas, participa de tertuliano en la televisión o escribe artículos en un medio y, sin embargo, hasta los bloggers se consideran tales. Es algo con lo que los profesionales llevamos conviviendo desde hace años, sin atisbo de clarificación alguna.

En los últimos meses han “caído” en mis manos libros que, por diferentes motivos, me han conquistado. Alguno de amigos entrañables y otros, como “El orfebre”, de un gallego de Noia que es toda una institución en el mundo de las series televisivas. Ramón Campos, en su Bambú Producciones, tiene a sus espaldas éxitos como “Gran hotel”, “Velvet”, “Fariña” o “Las chicas del cable” y, como le seducía arañar minutos al poco tiempo libre del que dispone, se lanzó a la aventura de publicar su primera novela. La historia nos lleva al siglo XIX y nos adentra en el mundo de los diamantes, tal vez la piedra más preciada de todas. Una aventura con muchos brillos, que pide a gritos una continuación.

Comentarios