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Ponerse de perfil

Amalia

Nunca sabes cuándo la vida te va a poner a prueba, ni siquiera cuándo te va a dejar enseñanzas que te recoloquen las prioridades. Es así de impredecible y, al mismo tiempo, mágica y sorprendente. Siempre se dice que las situaciones límites son las más propicias para pasar página y comenzar un nuevo camino. Lo que estamos viviendo, desde hace meses, reúne todos los ingredientes para recapitular y tomar impulso.

Nadie, ni las empresas más solventes o firmas de élite, ha salido inmune al impacto del virus en su vida económica. Lo que sí es cierto es que el daño en ellas es, en algunos casos, apenas perceptible. En nosotros, en los anónimos, en los autónomos, la realidad es muy diferente. Y ahí es cuando activas todos los resortes, que conoces y a los que tienes acceso, para salir adelante. Es, en ese momento, cuando te das cuenta también de dónde están aquellos que siempre te han dicho "aquí me tienes para lo que necesites". Eso sí, sin rematar la frase con un "mientras a mí no me afecte".

Dicen que en la dificultad está la oportunidad. Uno quiere pensar que es así, pero la realidad te suele dar una gran bofetada que, para evitar caer en el abismo, debes reconocer y te obliga a reaccionar ante una situación que nada tiene que ver con lo imaginado. Es, en ese instante, cuando no tienes dedos suficientes para contar a todos esos que te sonríen, pero no se demoran mucho en ponerse de perfil.

Conozco muchos casos que se ajustan a lo que estoy verbalizando. Es más, yo puedo ponerme como ejemplo también. Nunca me han dolido prendas para ayudar a quien ha acudido a mí, si en mis posibilidades estaba hacerlo. Al principio siempre pìensas: "algún día, si lo necesito, hará lo mismo", pero no. Me atrevo a afirmar que casi nunca te "devuelven" lo que hiciste por ese alguien que llamó a tu puerta cuando necesitaba una bocanada de aire fresco que, en alguno de los casos, podría devolverle la esperanza vital.

En un intento de "sufrir" lo justo, hace mucho tiempo que opté por no pensar que los demás se van a comportar con la misma generosidad o disposición con la que tú actúas. Es una manera de protegerte, una coraza ante las decepciones . Aún así, te las llevas ¡y muchas! Sin embargo, todo tiene su lado bueno y, en este caso, es el abrirte los ojos y posicionar a cada uno en el lugar que le corresponde.

El otro día compartí en redes una frase, que me envió un amigo: "¿Quieres conocer a alguien? Mira cómo te trata cuando no te necesita". Y no puede ser más real. En estos meses, me he dado cuenta de tantas cosas que algunas, incluso, duelen. Y es entonces cuando decides priorizar, pensar en ti antes que en los demás, hacerte inmune al rencor y evitar sufrir por aquellos a los que no mereces y ¡por qué no decirlo! ni te merecen. A esos que, en muchos casos, ni respondieron a tu señal y, como los cobardes, se pusieron de perfil o te dieron la espalda, pero sería bueno que no olviden que el mundo es redondo y, tarde o temprano, nos acabaremos encontrando...

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