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¿De profesión? Periodista

Brian Hallet. CATÁLOGO SOLIDARIO CHOCRÓN
photo_camera Brian Hallet. CATÁLOGO SOLIDARIO CHOCRÓN

MUY A SU PESAR, porque la discreción siempre ha sido su santo y seña, Vicente Vallés se ha convertido esta semana en el centro de la atención mediática. Un ataque frontal contra él, por parte de quienes no asimilan la libertad de prensa (que no de opinión) cuando ellos son el motivo de la noticia, le ha situado en el centro de una polémica que lo único que conseguido es reforzar la admiración y respeto que siempre se le ha tenido. Porque ese sentimiento es lo que siempre él ha despertado.

A los periodistas, algunos siempre nos dicen que somos corporativistas y que nos defendemos siempre. Otros todo lo contrario. Lo que sí es cierto, por lo menos en mi caso, es que nunca me han dolido prendas para reconocer el talento de mis compañeros.

Yo no soy Vicente Vallés ¡Qué más quisiera! Porque abandera unas virtudes como profesional que nos gustaría que nos reconocieran a los demás. Es riguroso, solvente, independiente, conciso, directo. Es de los que informa, no opina. Tiene todo lo que se le pide a un buen periodista. Cuenta las noticias como le gustaría que se las explicaran a él y, de esta forma, se hace entender ante todo tipo de audiencia.

Es amable, correcto en el trato y dueño de un punto de timidez con el que empaticé desde el intercambio inicial de palabras en nuestra primera entrevista. "Soy un tímido absoluto. Nunca me había planteado cómo iba a gestionar la timidez delante de la cámara", me dijo. "De hecho, yo mismo me he sorprendido. Cuando empecé a trabajar en la radio, tenía algunas dificultades para estar tranquilo delante del micrófono. Era muy jovencito, estaba empezando y me costó. Sin embargo, la primera vez en televisión estaba tenso y no me sentí tan mal como ante el micrófono de la radio. Curiosamente, me pareció más natural y llevadero".

Recuerda que la primera vez que vio su nombre publicado en un artículo, se juntaron dos sensaciones. "Se combinaron el sentimiento de ¡lo he conseguido! con el espero que no sea el último. Estudié Periodismo porque tenía plena vocación, pero con la duda de si iba a llegar a algo. Cuando me quedaba un año o año y medio de carrera, tuve un momento de cierta desesperanza y me presenté a unas pruebas para el aeropuerto, que se hicieron en una compañía. Lo mejor que me puedo pasar es que no me cogieran porque, de haberme aceptado, mi vida hoy no estaría ligada al periodismo".

Y nos habríamos perdido a un gran compañero y un excelente profesional, alabado por todos en estos días. Porque, cuando es tan difícil aunar una misma opinión sobre algo o alguien, Vicente lo ha logrado. No sé si esa timidez enfermiza le habrá dejado leer todo lo bueno que se ha escrito sobre él. Y, si lo ha hecho, estoy segura que unido al agradecimiento estará también el rubor.

Los que somos vocacionales, vivimos esta profesión con una pasión que nos mantiene a flote ante la adversidad. Nos cambia la expresión de la cara cuando nos preguntan ¿Profesión? Y verbalizamos "periodista". Y uno íntegro como Vallés permanece en el tiempo. Los que le han señalado, sin embargo, desaparecerán y otros vendrán...

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