Blog | A mi manera

Respeto y sensibilidad

Cartel de El Reino.
photo_camera Cartel de El Reino.

Mis amigos y la gente de mi entorno me conocen muy bien. Saben cómo pienso y lo que defiendo a pecho descubierto, porque los años me han dado licencia para no callarme nada.

Sin embargo, no acostumbro a vaciarme en otros círculos o ámbitos de la vida. En más de una ocasión me han acusado, sobre todo en redes sociales, de ser lo que no soy y de pensar lo que algunos suponen que pienso.

Lo más curioso de todo es que, quienes lo hacen, son aquellos con los que ni siquiera he cruzado dos palabras en mi vida, seguidores 2.0 o compañeros de profesión que, por vestir o comportarte de una manera que no se ajusta a la suya, intuyen que votas u opinas de determinada manera. Y, en base a eso, te sitúan, censuran y critican. Los tan manidos prejuicios.

Tal vez por ello, por salud mental y evitar el conflicto con quienes no merecen siquiera que les preste atención, nunca escribo ni hablo en público de política. No porque no me entren ganas de decir muchas cosas en innumerables ocasiones, sino porque he comprobado que cuando lo haces, sale lo peor de cada uno.

Lo mismo ocurre cuando hablas de fútbol o de religión. La intolerancia y la falta de respeto se han instalado de manera abrupta en nuestras vidas, ejecutadas por los que no piensan como tú. Rebatir su empecinamiento es una batalla que doy por perdida.

Es evidente que el cine también prefiere utilizar sus mejores armas para verbalizar aquello que nos altera e inquieta. Y la política nos produce estas sensaciones. En clave de comedia o de denuncia abierta, la serie Vota Juan y la película El reino reflejan de manera obvia y brillante el comportamiento y la actitud de los que nos gobiernan.

Antonio de la Torre, en el año que apunta que todos los premios son suyos, es un político corrupto en "El reino", la película de Rodrigo Sorogoyen, recientemente nominado a los Oscar por su corto Madre. En esta producción, directa y descarnada, Antonio se sumerge en la piel de Manuel, un político muy querido pero que, también, es un genio de la corrupción. Cuando sale a la luz un caso que salpica a un compañero, él intenta encubrirlo, pero comete un error y es el propio Manuel quien resulta expuesto. Su nombre queda salpicado, pero no está dispuesto a ceder y hará todo lo necesario para salvarse, aunque tenga que tomar medidas inesperadas. Tan real como la vida misma.

Javier Cámara es Juan Carrasco en Vota Juan. No tiene mucho que ver con Manuel, pero sí es un político al que se le pueden censurar sus acciones. Es un ministro de Agricultura, que decide presentarse a las primarias de su partido y optar a la presidencia del Gobierno pero, en su carrera política, se encontrará obstáculos de lo más bochornosos, que le dejarán en evidencia. Sin embargo, es divertido y con buen fondo. Hace fácil el empatizar con él. Consigue algo que se le pide a los políticos: respeto y sensibilidad.

Comentarios