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Sobrevivir a Aragorn

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Hay actores a los que alguno de sus personajes le marca tanto, que pasan a la historia de la memoria colectiva siendo ese protagonista que le cambió la vida. Nada de lo que hagan después logrará superar ese recuerdo y siempre nos vendrá a la mente esa imagen imborrable.

A Viggo Mortensen le ha pasado un poco eso desde que se metió en la piel y las ropas del rey Aragorn, en "El  señor  de  los anillos". Hasta que llegó ese personaje a su vida, el hijo de madre americana y padre danés, criado en argentina hasta los 12 años, había rodado muchas películas pero nadie le conocía. Por esas cosas del destino, el papel de Aragorn era en un principio para Stuart Townsend, novio en aquel momento de Charlize Theron. El no dar la talla para el personaje le valió a Viggo la oportunidad de su vida.

Son muchas las leyendas, que circulan en Hollywood sobre él. Dicen que, durante el rodaje de la célebre trilogía, se rompió dos dientes y pidió que se los pegasen con "superglú"  para no interrumpir el trabajo de todo el equipo. Y hay quien comenta también que dormía con la ropa de Aragorn para sentir el peso del personaje.

Sin duda, Viggo es un tipo peculiar. Lo demuestra siempre que tienes la fortuna de encontrarte con  él. La última vez que le vi fue en el festival de cine de Roma. Con un look muy alejado al que nos tenía acostumbrados, pelo corto y ya con las canas de la madurez, Mortensen hizo un recorrido por su filmografía, aderezando sus películas con anécdotas muy propias de alguien que, además de su talento interpretativo, es un hombre que escribe poesías, compone música, graba discos de jazz, es un fotógrafo consumado y pinta cuadros con bastante éxito. Sin ir más lejos, los que se mostraban en la película "Crimen perfecto", con Gwyneth Paltrow y Michael Douglas, eran de su autoría.

En las numerosas veces que he tenido ocasión de entrevistarle, pude comprobar que su talento no tiene límite. En la primera entrevista me regaló un libro de sus poemas, que guardo con una agradable dedicatoria. En un segundo encuentro, almorzamos en el hotel Orfila con un grupo de amigos. En el transcurso de la comida, se cayó un poco de vino tinto encima de mi cuaderno y, sin dudarlo, cogió la hoja mojada, extendió el vino con un dedo y creó un dibujo que también  guardo firmado. La tercera vez me invitó a tomar mate y recuerdo ese momento con cierto estupor  porque casi me ahogo por su peculiar sabor. Elegido por la revista People varias veces como una de las 50 personas más guapas del planeta, Viggo hace caso omiso a esos calificativos. "A la única que le emocionan es a mi madre, que presume con las amigas", me dijo en una ocasión.

Le  gusta  dormir poco porque tiene miedo a perderse la  vida. Tímido, intelectual, bohemio, solitario. Es un tipo sencillo, sin ningún afán de protagonismo, de los que huyen del relumbrón de Hollywood como "alma que lleva al diablo”. Este año será uno de los flamantes premio Donostia en el festival de San Sebastián.  Después de haberse metido en la piel de psicóticos, asesinos y seres tortuosos, el "rey Aragorn" le convirtió en la viva imagen del héroe. A pesar de haber sabido sobrevivirle, su sombra sigue siendo alargada... 

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