Blog | A mi manera

La vida es lo que viene despues...

Cuando, hace más de cuatro años, surgió la posibilidad de colaborar en Diario de Pontevedra, donde empecé a publicar con catorce años, no dudé en enfrentarme al reto. Estaba convencida que me enriquecería de alguna manera. Y así ha sido, porque he podido escribir libremente sobre lo que me ha pedido el ánimo en cada momento. Si a esto añado que, en algunos sectores, lo he dado a conocer y posicionado para nuevos contenidos, creo que la misión está de sobra cumplida.

En estos meses convulsos, en los que ha pasado de todo por mi cabeza y he vivido momentos emocionales muy difíciles, he recordado el empeño que puse desde niña para ser lo que soy. Mi madre, que dolorosamente ya no está, me recordaba muchas veces que, cuando era muy pequeña, me descubría delante de un espejo con un cepillo del pelo en la mano haciendo de micrófono. Llevaba la pasión por este trabajo en el ADN.

El ala oeste de la casa blanca. INTERNETDurante este tiempo de pandemia, en los que las series y películas han sido nuestra ventana al mundo, me he reafirmado en que elegí bien mi camino. Viendo, de nuevo, “El ala oeste de la Casa Blanca” me he dado cuenta de la grandeza de esta profesión. Una serie con 21 años de antigüedad, que sigue siendo muy vigente y de la que muchos, periodistas y políticos, deberían tomar nota para saber cuál es su misión en el mundo.

Como cabe imaginar, la picaresca también tiene cabida en este trabajo. Y, durante estos tiempos complicados, se ha acentuado. Hace un tiempo que me prometí a mí misma aprender a decir NO. Y hacerlo sin ningún tipo de remordimiento. He tardado pero, por fin, he llegado un punto de inflexión y, a partir de ahora, estoy en ese momento de seleccionar y responder a quien demuestra auténtico interés. Se ha acabado ya el “por favor, puedes venir a esto y escribir algo sobre el tema”, “me gustaría que hicieras una colaboración, pero no tenemos presupuesto”...Y así podría reproducir unas cuantas peticiones más.

Tengo un blog desde hace mucho tiempo, pero no soy blogger. No cobro de las grandes firmas por llevar una falda o maquillarme con unas sombras de moda. Mis seguidores son reales, no comprados ni inflados, pero eso no vende, no es suficiente. Se supone que eres merecedor de estar en los eventos “especiales” si tienes muchos followers. El CV y la experiencia pasaron a mejor vida. Hay que ser it girl, ex de un famoso, titular de otro y, si se encentra bien posicionado, mucho mejor porque se te abren todas las puertas que a los demás se le cierran.

Me rebelo ante ese mercadeo. Se han acabado los favores, el echar una mano a quien recurre a ti cuando le interesas y luego ni se acuerda. Si quieres saber a quién le importas, mira cómo te trata cuando no le haces falta. Es importante saber quién te quiere de verdad. No es ningún desdoro trabajar solo donde te dejen y llamen porque no olvides que, sin ninguna duda, la vida es lo que viene después. Y eso será, al final, lo que nos haga sentir bien…

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