Xavier Castro
Xavier Castro
Café de Lorenzini. DP

¿Qué hay de lo mío?

Creo que vale la pena evocar aquí la obra de Mesonero Romanos, en lo que concierne al relato de la época de que fue testigo, en particular la acontecida tras el Sexenio Absolutista (1814-1820), una de las fases del reinado del infausto y canallesco borbón Fernando VII. Este monarca alcanzó quizá las cotas más elevadas de cretinismo entre los miembros de su dinastía, y mira...

Los de 'la cáscara amarga': Larra y el café

En la España del siglo XIX, había de todo: cafés buenos y agradables, y también sombríos y penosos. Resulta difícil establecer qué clase predominaría más, pero un prudente pesimismo sobre la condición humana y la conocida tendencia chapucera del personal de nuestro amado país, me inclinan a pensar que buenos, lo que se dice excelentes, habría pocos. El café no nace por...
Café La Fontana de Oro, en Madrid. GSV

Los viejos cafés galdosianos

PARA GEORGES Steiner -conforme lo expresa en su libro La idea de Europa-, el perímetro de Europa viene dado por la geografía de sus cafés históricos. Los cafés son una expresión del concepto de Europa y de su particular estilo de vida. En ellos ha encarnado la lectura, la reflexión, la conversación y el pasatiempo inteligente. El mapa de los cafés define el territorio de lo...
Josep Pla. ARCHIVO

Josep Pla y la dificultad de escribir en catalán

Pla escribía con frecuencia en bibliotecas, especialmente en las de los Ateneos de Barcelona y Madrid. También se prodigaba mucho en los cafés. En el Cuaderno gris expresa su preocupación por el estilo y narra su proceso de formación como escritor. Tiene muy claro lo que no le gusta. Comentando la lectura del poeta Verdaguer, señala: "La sensación de vacío, la escombrera de...
Josep Pla. ARCHIVO

Tribulaciones del joven Josep Pla

Pla cuenta como tuvo que encontrar su peculiar estilo, uno de los más modernos de su tiempo, basado en la trabajada sencillez (aparente), la contención y en el uso preciso del adjetivo, que encontraba con la ayuda del cigarrillo 
Portada de libro 'Madrid de corte a checa', de Agustín de Foxá

¡Muera la raza latina!

EN LA novela autobiográfica de Agustín de Foxá: Madrid de corte a checa, vemos al protagonista, José Félix (dotado de un perfi l biográfico semejante al del propio autor) en una noche madrileña de calor sofocante, en el momento en que llega caminando al café La Granja el Henar, al tiempo que se encienden los faroles de la calle de Alcalá. En la escena que allí contempla...
La librería de Fernando Fe señalada con una flecha roja en una tarjeta postal publicada por Librería de A. Sánchez. ATACAMACULTURA.BLOGSPOT.COM

¿Dónde tienen los franceses un Galdós?

Enrique Gómez Carrillo levantó acta notarial del ambiente que reinaba en la sociedad literaria madrileña, de lo que da cuenta en sus memorias. Lo hace con talento y un estilo que no desmerece del que hace gala el celebrado Chaves Nogales. En La miseria de Madrid, refiere que, en el año 1891, había en la casa de huéspedes en que residía, situada en la Puerta del Sol, algunos...
El Café de Fornos. DP

Prohibido besarse en el café

Es muy probable que, en las décadas de 1920-30, en que se produjo la modernización de Madrid, ciertas conductas que se enmarcan en lo que se suele conceptualizar como "libertad de costumbres" se hayan homologado en parecida forma a las vigentes y establecidas en el entorno europeo, entendiendo por tal el referido a las capitales europeas más dinámicas. En París, se...
La bailarina Mata Hari. DP

El Madrid de Mata Hari

Enrique Gómez Carrillo llegó a Madrid en diciembre de 1891, acompañado por su novia francesa Alice. Viniendo de París, la capital española le produjo una impresión resueltamente decepcionante, sombría y negativa: "Porque, en verdad, si hoy [en 1921] la capital de las Españas es todavía una de las ciudades menos ‘confortables’ y más sin carácter que hay en el mundo, en aquel...
Enrique Gómez Carrillo. DP

Del Barrio Latino a la Puerta del Sol

El escritor y diplomático guatemalteco Enrique Gómez Carrillo llegó en tren a la estación Norte, de Madrid, procedente de París, en el mes de diciembre de 1891. Venía acompañado por Alice, una joven parisina muy bella y enamorada. Fue este un hombre de amores plurales, merced al envidiable éxito con las damas -algunas de ellas de mucho tronío-, como lo revela, por caso, que...

Poesía y vampirismo sentimental

Pilar de Valderrama reconoce en sus memorias, Sí, soy Guiomar , que era consciente de que, en virtud del pacto acordado con Antonio Machado, el poeta padecería una auténtica tortura. Pero "la vida es así", pensaría probablemente. Excluida la carnalidad por la rígida dama, el amor (platónico) de esta pareja se decantó hacia la sublimación imaginativa y la nostalgia...
Pilar de Valderrama. DP

Machado y Guiomar: comieron perdices, pero no fueron felices

Tras una cena con Pilar de Valderrama, Antonio Machado llegó tarde a su pensión, por la noche, y tuvo que darle el parte a su patrona. Parece ser que nadie se había enterado en Segovia de aquel encuentro, excepto doña Luisa Torrego, su patrona (como decía Larra: nadie pase sin hablar al portero; ni tampoco a la patrona, por supuesto). Esta mujer declaró años más tarde que...
Pilar de Valderrama. DP

La casta diva de Machado

Resulta sorprendente, en alguien tan sensible como Antonio Machado, lo que aconteció en Soria un día de otoño de 1932. Machado regresa a su antigua localidad, con motivo de un homenaje que le ofreció la ciudad en el día sus fiestas patronales. Parece ser que no había vuelto a ella desde la muerte de su esposa Leonor, veinte años atrás. Acude con su hermano José y ni...
Antonio Machado y Leonor Izquierdo. DP

Un dios poeta en harapos

Antonio Machado tenía un aire más bien grave y profesoral, y era callado. Casi todos le encontraban un cierto deje de tristeza, y le reprochaban el desaliño de su indumentaria. Pablo Neruda refiere en Confieso que he vivido , que contempló en varias ocasiones a don Antonio Machado, "sentado en su café con su traje negro de notario, muy callado y discreto, dulce y severo...
Antonio Machado en un café-Portada. DP

Neurotípicos

Antonio Machado era, como él mismo admitía en un célebre poema, bueno, en el buen sentido de la palabra. Una persona amable con todos, sin duda, transigente y comprensivo, en particular con sus alumnos de francés. En 1922, un hombre de letras canario, Guillermo Perdomo, se encontró con Antonio Machado y su hermano en el Café del Prado, a dos pasos del Ateneo. Los tres...
Cabeceira artigo Mariano José de Larra

Hoy no se fía, mañana sí

Como los lectores a buen seguro sabrán, en tiempos no muy lejanos el recurso al fiado en la transacción del pago ha venido siendo moneda corriente entre los clientes habituales, tanto de los cafés como de otros establecimientos de índole variada. Algunos de ellos, por morosidad, trataban de retrasar el ingrato momento de pagar la cuenta, motejada popularmente como "la...
Vicente Blasco Ibáñez. DP

De cañas con Blasco Ibáñez

La conversación es un arte que pocos saben practicar con discreción. En las tertulias que se celebraban en los cafés históricos, algunos de los gerifaltes, que solían ser personajes muy brillantes, practicaban el monólogo. Esto era muy evidente en el caso de Unamuno: no sabía escuchar, monologaba. Alberto Insúa rememora lo siguiente: "Me presentaron a Unamuno en Fornos, en...
Vicente Blasco Ibáñez, durante su etapa en Argentina. EFE

Los dineros de los escritores

DON MIGUEL de Unamuno y Vicente Blasco Ibáñez fueron los escritores españoles que alcanzaron mayor éxito internacional en vida, tanto por el número de lectores que obtuvieron sus obras y las traducciones a otras lenguas, como por la fama literaria que alcanzaron -en ambos casos, nimbada por el prestigio carismático de la política, en su calidad de paladines del...
El escritor Rafael Sánchez Ferlosio en una imagen de 2004. EFE

¡Cuán gritan esos malditos!

George Steiner, en Errata. El examen de una vida, nos ofrece una brillante reflexión de sobre el valor del silencio frente al ruido. Schopenhauer, con la contundencia filosófica que le es propia, proclamaba que: "La inteligencia es una facultad humana inversamente proporcional a la capacidad para soportar el ruido". El hecho es que entre nosotros ha habido muy poca...
Ian Gibson en el Café Gijón. CHEMA MOYA (EFE)

Tribulaciones en el café

El historiador irlandés Ian Gibson, autor de relevantes estudios sobre Lorca y otros creadores españoles, no las tenía todas consigo cuando se planteaba trabajar en un café español. Había dos cuestiones que le inquietaban: una de ellas era la aparición nunca descartable de un incordiante. En sus memorias, Un irlandés en España, refiere la siguiente anécdota: Una mañana...
Ramón y Cajal. DP

Los pelmas

Constituye un gozoso aliciente entrar en un establecimiento, haciendo una pausa en el ajetreo de la jornada, para tomar un café y charlar acaso con alguien. Lo malo -en especial para los escritores y los amantes de la soledad-, es la neta franquicia constitutiva del local, que deja expedito el camino para que los pelmas de toda laya puedan acercarse a incordiar. Como...
Roberto Bolaño

La lucha por la vida

Las personas, y en especial los escritores, se dividen en dos categorías esenciales: la de los que precisan recogimiento, silencio y ausencia total o parcial de estímulos visuales, de modo que no pueden tener paisajes ante sus ventanas ni fotografías de familiares en sus mesas de trabajo, en contraste con otra muy distinta, conformada por quienes se sienten estimulados, en...
Luis Buñuel. DP

Arrastrados hacia el pasado

Buñuel establecía una distinción entre aquellos locales que frecuentaba, apropiados para acudir con amigos, como Chicote y —en México capital— El Parador, de aquellos otros buenos para permanecer a solas y reflexionar
Rubén Darío. DP

De las academias y de las epidemias, líbranos señor

José Moreno Villa fue un distinguido intelectual que escribía -y seguramente dibujaba, dada su afición a la pintura- a tiempo parcial en los cafés: en vísperas republicanas, según propia confesión, pergeñó los poemas que componen el libro Caramba, en la cervecería madrileña Heidelberg. En ellos se dejó llevar por la fuga de ideas, gozando sin control de lo arbitrario y...
Gómez de la Serna, en el Café Pombo. DP

Escritores en los cafés históricos

EN LA REPÚBLICA de las letras hispánicas ha existido, hasta no hace mucho, una pléyade de disti guidos escritores e intelectuales que se mostraron adictos al ejercicio de su trabajo en los cafés, bien con las plumillas que estos establecimientos les suministraban, o bien con sus propios lápices o plumas. "Hállome sentado en un café, cabe la taza humeante, escribiendo y...
González-Ruano escribiendo en un café. DP

Escritores en los antiguos cafés

Es un hecho indudable que la mayoría de las personas que conocieron la época de los cafés históricos no disponían de casas acogedoras. El ambiente del hogar podía resultar también desagradable por las relaciones tóxicas que existían en ocasiones entre quienes convivían. Escapar al café era una opción para los hombres, del mismo modo que salir de compras o buscar amparo en...
Asistentes al Café Gijón, en Madrid. DP

Mujeres en los cafés históricos

Como apunta Antoni Martí, en Poética del café: el café era la casa del que no tenía casa. El domicilio promedio, el más generalizado en los dos últimos siglos, distó mucho de ser un espacio acogedor y grato. Para trabajadores, escritores y artistas, el hogar no era un ámbito "dulce". Para los habitantes de esa intemperie domiciliaria, el "café es una sociedad de calores...