Blog | ¡Callarse, becerros!

¿Nos hacemos unas pajillas…?

De los creadores de Me enemisto con Marruecos llega ahora a España Menudo pollo le monté a Argelia
El presidente de la Junta de Andalucía , Juanma Moreno, se reencontró con Fadi, la vaca talismán . efe
photo_camera El presidente de la Junta de Andalucía , Juanma Moreno, se reencontró con Fadi, la vaca talismán . efe

Cuando se inauguró el puente de a Illa colocaron una placa para recordar a los artífices de la obra: Esta ponte foi inaugurada sendo presidente da Xunta Don Manuel e conselleiro da CTOP Don Xosé. De ignota identidad, escribió uno inmediatamente después su particular dedicatoria: y alcalde un subnormal…

Hablando de puentes: huyamos de afirmaciones apodícticas y tajantes y pensemos que esos alardes de perfección, en los que a menudo caemos, pueden volverse contra nosotros. Taoismo puro: Maestro, qué puedo hacer para que no me den cera; sencillo, pequeño Saltamontes, evita darla tú…

El puente de la Illa se mantiene pero el otro día se vino abajo parte de un viaducto cerca de Pedrafita. Faltó tiempo para que Ethel Vázquez, conselleira de la cosa, saliese tontilocamente a pedir cuentas de la desfeita: sugería culpa del gobierno y pedía explicaciones.

No fue tanto el tenor de su reproche, pedestremente proferido, como su rictus. Ah, pero pocos días después se cae una parte del escenario instalado para OSon do Camiño. No consta comparecencia de Doña Ethel.

Así funciona la política: afear al antagonista su debilidad y volverse invisible ante la torpeza propia. Es ese sesgo infantil de nuestros mandamases, incapaces de entender que unas siglas nunca les convertirán en omniscientes, mucho menos en perfectos.

Pero vayamos con el debate andaluz.

Todos muertos. Tan así que más que debate parecía el capítulo piloto de The Walking Dead. Merecerían, los polemistas, una descarga como la que revivió al monstruo del doctor Frankenstein, ese rayo en el cerebelo que te devuelve a la vida. Congreso de fiambres con pinchos de Valium, eso fue el debate, una capilla ardiente a cuyo velorio asistimos los espectadores, dolientes y compungidos. Faltaba el enterrador y nuestro querido Perdiz, magno emprendedor de pompas fúnebres al que los cachorros empresariales deberían mirar para saber cómo se hace una empresa, cómo se crean puestos de trabajo.

Ni el gracejo andaluz, oigan. Bonilla parecía pasado de Lexatin; Espadas, sicofante del argumentario sociata más simplón y Olona ¡hey Macarena! que parecía la mujer del hombre del saco. La menos mala Teresa Rodríguez, que tiene un mensaje al que ayuda ese seseo tan curriño de los gaditanos: soy andaluza, ni podemita ni na, vino a decir.

Si los actores son malejos poco puedes hacer, por mucho empeño que pongas. Para entendernos: denle a John Ford o a Coppola a Esteso y a Pajares y jamás crearán La diligencia o El padrino. O sea que tranquis los organizadores.

Conque los andaluces elegirán entre Bonilla a la vista, reminiscente apellido de patatas fritas y Espadas, que tiene el hierro mellado y de espadachín lo que yo de Enrique de Lagardère. Habrá que buscarle un carguiño o un ERE para compensar sus fatigas electorales.

Al menos Bonilla a la vista posó con una vaca. Dice que le da suerte. No sé. Leche y carne seguro. Extraño amuleto para la singladura electoral. A lo mejor nombra a la vaca vicepresidenta en vez de a Olona ¡hey Macarena!

Espadas recurrió a la dialéctica erótica y soltó en un mitin que el PSOE subía en expectativa de voto. Las crónicas nada dicen sobre hacerse unas pajillas. Añadió que el notaba que el PSOE se estaba poniendo caliente. A veces me pasa, aunque cada vez menos. O sea que Espadas es el hombretermómetro que pone cachondos a los socialistas. Necesitas un satisfayer y lo sabes, Espadas. Dicen que Espadas va a menos en las encuestas, como Albares.

Ministro de exteriores que se embosca tras unos anteojos de ilustrado pequeñito, Albares leyó algo sobre la Institución libre de Enseñanza y sobre Fernando de los Ríos y cree que puede reencarnarse en él. Pero a Albares, además de la pajarita, que suele ser el complemento cursi del diplomático anacrónico, le falta también talla política para gestionar exteriores. Las gafas de intelectual bolchevique y los ademanes de presbítero dado al onanismo alcanzarían para una representación teatral bufa en provincias, pero no bastan para cargar con la alta responsabilidad diplomática. Porque si para arreglar las relaciones con un vecino tienes que esnaquizarlas con otro me dirán dónde está el beneficio. Al final va a hacer buena a Arancha González Laya, que tiene cara de misionera progre y que la lio con Marruecos sanando a Brahim Ghali. Laya uno, Albares uno al descanso.

O sea que de los creadores de Me enemisto con Marruecos llega ahora a España Menudo pollo le monté a Argelia. Cojan palomitas que en el segundo tiempo toca declarar la guerra a Mauritania. Ya decía Golda Meir que los diplomáticos son para el verano, porque cuando llueve encogen.

Albares habla en las entrevistas pausando las palabras para dotar de credibilidad su discurso, pero resulta tan artificiosa y falsamente profesoral que dan ganas de llevarlo a pasantía con Chencho Arias, pajaritero también pero con experiencia. Alvares fue a chivarse de Argelia a la UE y la UE, en la merienda, va a dejar a Argelia sin el Kinder Bueno. La UE es implacable…

De la política exterior de España, para callar a Echenique and Company, oímos que la fija el presidente del gobierno. Echenique tiene otro concepto de las relaciones internacionales: Cuba es una democracia de la hostia, Venezuela también y EE. UU la potencia imperialista.

Si el gobierno dejase esa responsabilidad -intransferible- en exclusiva al presidente se estaría fumando la Constitución, que dice al describir las funciones gubernamentales, en su artículo 97, que el gobierno es el órgano que dirige la política exterior. El gobierno, no su presidente.

Nos queda Gaspar Llamazares, que escribió un ensayo sobre la vieja política y el populismo. Se expresa bien. Llamazares es un magnífico pensador, un tertulia no entretenido y también un pésimo político, porque los políticos se miden por su éxito y Llamazares fracasó. Dice que le llamó Iolanda para verse. Se dio aquí un poco de pisto Don Gaspar. Si Iolanda necesita un ideólogo debe ser para recogerle a la niña en el cole.

Porque si algo aprendimos desde que Iolanda Díaz entró en política es que se basta solita para esnaquizar a Beiras, a Iglesias y sobrevivir políticamente a Colau y a Oltra, ambas en el alambre judicial.

Iolanda es genéticamente una longeva política. Hay cosas que son un don y ella lo tiene: innata capacidad para no zaherir a nadie, adular sin que se note a quien preside el gobierno ocultando el arma homicida, enterrar cariñosamente a los que con ella compartieron proyecto y vender a los crédulos su preocupación social. Hay que ser muy inteligente para hacer todo eso y salir indemne. Ojo, Don PSOE: el duende político de Iolanda puede hechizar a Sánchez y llevárselo por delante.

Llamazares dijo que no comprende que el Constitucional, por seis a cinco no convalidase los estados de alarma, que eso no pasa con otros constitucionales ¿Niega Don Gaspar la colegialidad y el dictamen jurídico postrero de la mayoría? Entonces, según él, las sentencias que dictan audiencias provinciales, tribunales superiores y Supremo son una caca. A Llamazares el FBI ¿recuerdan? lo confundió con Bin Laden y ofrecía precio por su cabeza. Ya lo decía Belén Esteban: ¡ni que fuera yo Bin Laden!

Concluyamos líricamente. Rechazan los recursos de Joaquín Sabina para regularizar dos millones y medio de euros. Resulta que Don Joaquín creó una sociedad de la que era administrador y socio mayoritario para disimular beneficios. Hablamos de uno de los tres mejores poetas musicales españoles, con Serrat y Aute. Da gusto oírlos, aunque quien me emociona es Aute.

Al margen de ello y de la conmoción artística que como trovadores inmensos causen, exijo el mismo trato informativo para Sabina que el dispensado a defraudadores recientes que todos tenemos in mente. Idéntica cuota de pantalla.

Que la izquierda progre-artística tiene el corazón a la izquierda y la billetera a la derecha lo sabemos hace tiempo. De ahí mi solicitud: igual rasero mediático a fachas, progres y mediopensionistas.

Llamó mi atención el nombre de la sociedad ficticiamente creada para regatearle a la Agencia Tributaria, en burdo fraude de ley, dos millones y medio de euros: Ultramarinos Finos, S. L.

Y tan finos…

Comentarios