ESTOY QUE no me aguanto. Algunos de ustedes ya conocen mi devoción por Jesús Calleja, un deportista que se ha coronado en el 'top 10' de los mejores presentadores de televisión por su maña ante las cámaras, su espontaneidad, su naturalidad y su buen humor. Confieso que al principio no era santo de mi devoción, pero con el paso del tiempo me ha ganado por completo. Tanto es así, que veo todos sus programas y, si no me cuadra en casa, me los grabo. Es una de las mejores citas de la semana. Ahora mismo está en emisión el programa Volando Voy, en el que mi querido Jesús lleva a cabo misiones solidarias en algunos de los lugares más bellos del país. El formato incluye paseos en un helicóptero que pilota el propio presentador para ofrecer a algunos residentes privilegiados la perspectiva de su hábitat desde el aire. En junio estuvo en Arousa y, según trascendió este martes en las redes, el programa se emitirá el próximo domingo en Cuatro. ¡Qué nervios, madre mía! Estoy segura de que Jesús sabrá exprimir todo el potencial de las tierras pontevedresas y de que no le faltarán protagonistas. En los avances se ve que ha estado con las mariscadoras y que ha sido testigo directo de cómo funcionan las lonjas. Entre las paradas se encuentran Vilagarcía de Arousa y A Illa da Arousa con sus aguas cristalinas y sus playas paradisíacas. Igual me equivoco, pero estoy por apostar que, gracias a este capítulo, vendrán al menos un par de turistas.
Cambiando de tercio. Muchísimas gracias a la familia que ha adoptado a Max, el perro que recogió la organización Respeta, rescata, protege y adopta de Marín, y que estuvo en una casa de acogida tras perder un ojo. Según relató la entidad, gracias al reportaje publicado en este periódico, Max no solo tiene una nueva casa, sino que también ha cambiado de nombre. Ahora se llama Pirata y está feliz. ¡Enhorabuena!
