El Circo de Portugal tiene al único hombre bala de toda Europa
LO QUE más me gusta del veranito es recorrer la provincia de pe a pa, de fiesta en fiesta. Y es que los meses de julio y agosto están cargaditos, no sólo de fiestas y romerías, sino también de actividades que no dejan espacio al aburrimiento. Por eso, este lunes, cuando Patricia Figueiras Rey, nuestra fotógrafa compañera de la zona Deza Tabeirós, me llamó para que visitase su tierra estradense para asistir a la última función del Circo de Portugal en el municipio, no me pude resistir.
Así, cogí mi coche, y despacito, como el hit de uno de mis cantantes favoritos, Luis Fonsi, allá me fui, en compañía de su familia Yago, Enzo y Triana. Casi disfruté yo más que los pequeños. Nada más entrar, un minio nos recibió y nos acompañó a nuestro sitio. ¡Y nos pudimos sacar una foto con él! He de confesar que viajé a mi niñez, y es que, como aquella frase de Aldous Huxley, "El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual nos lleva a no perder jamás el entusiasmo", y yo lo aplico literalmente.
Lo que más me impresionó, y no fue para menos, fue la actuación de Rubén Mariani, que es uno de los cuatro hombres bala que existen en el mundo, ¡Y el único en Europa! Y es que hace falta valor para ser impulsado a esa velocidad sin saber a ciencia cierta dónde vas a caer... ¡Me da escalofríos sólo de pensarlo!
Disfrutamos también de espectáculos de payasos (que me recordaron a los entrañables payasos de la tele Fofó y Miliki), malabaristas y acróbatas. La función, que fue presentada por Nelson Montero, contó con más de 500 espectadores durante los tres días. Este martes, según me contó el hombre bala, arrancan para Santa Comba.
Los que también están de gira son los de Gadis. Este lunes visitaron Pontevedra con su iniciativa Misión Espacial Galega y el museo itinerante de Vivamos como galegos!. Así, pontevedreses y turistas pudieron disfrutar de diez años de historia de las famosas campañas de Gadis que más de una vez nos hizo soltar alguna lagrimilla a los gallegos. Allí repartieron premios y regalos. Este martes estarán en la alameda de Marín. ¡Allá voy!
