Blog | El Ojo Público

Fast & Furious 7

EN LOS primeros minutos de ‘Fast & Furious 7’, el villano Deckard Shaw (Jason Statham) promete vengar la derrota de su hermano, postrado en la cama de un hospital, con un primerísimo plano que subraya su ira contra la familia protagonista. Cuando termina su discurso, y después de amenazar a las enfermeras, sale de la habitación, coge el ascensor, desciende hasta el lobby y abandona el hospital haciendo explotar algo sin mirar atrás, como debe ser. Durante todo ese recorrido, vemos la destrucción y los cadáveres sembrados al paso de Shaw, insinuando la batalla que se produjo fuera de plano. Esta escena, que podría ser gloria bendita en manos de un artesano del blockbuster -se me ocurre Gareth Edwards (‘Godzilla’), por ejemplo-, está montada con acelerones y cambios de ritmo que la hacen más corta, más rápida y más digerible. También más impersonal.

En la séptima entrega de la franquicia más exitosa de este siglo, se pretende dejar claro que la familia comandada por Toretto es bruta pero noble. El clan ya no se gana la vida con carreras ilegales y la compraventa de material robado. Ahora sus misiones son, simple y llanamente, salvar el mundo de supervillanos de intención destructiva y espíritu megalómano. El enfrentamiento es entre una familia que representa un cierto orden dentro del caos -sus aliados son ahora los agentes del gobierno Hobbs y Mr. Nobody- y un grupo heterogéneo de terroristas internacionales y outsiders vengativos. Los combates entre unos y otros son desiguales, pero siempre acaban con coches por el medio.

James Wan ha querido rendir tributo también a la familia Furious por la muerte de Paul Walker. Su homenaje está en una coda sentimental en la que se nota el pegote digital del actor muerto, pero se perdona por esa necesidad de disparar salvas de fogueo a héroes caídos.

La saga ‘Fast & Furious’ empezó como reivindicación macarra del estilo de vida tunero; como una exaltación de clase y subcultura urbana que no encontraba acomodo en la hegemónica cultura pop de principio de siglo. Aquello tuvo sus problemas -sobre todo en la representación de lo femenino-, pero fue construyendo toda una épica grasienta de la amistad romántica masculina que se adaptó a la incorporación de nuevos seguidores que llegaban a la franquicia.

‘Fast & Furious 7’ significa el abandono definitivo de la poética de videoclip de extrarradio para abrazar la retórica dionisíaca de ‘Transformers’. En la sala ya no hay mayoría de público masculino. Ahora hay parejas.

Título: Fast & furious 7.
Director: James Wan.
Reparto: Vin Diesel, Paul Walker, Dwayne ‘The Rock’ Johnson, Jason Statham.
Calificación: 3/4

Comentarios