Blog | El Ojo Público

Insurgente

EL GRUPO de jóvenes protagonista de ‘Insurgente’ se enfrenta a las normas y al status  impuesto por los adultos, un sistema que va desde la estratificación de la sociedad, según sus virtudes, a un determinismo que marca las aspiraciones de todo individuo nada más nacer. Mientras la mayoría duda o tiene una actitud más favorable al consenso, Tris es la única que lo ve meridianamente claro apostando por romper, de una forma violenta, el sometimiento a la ley de los mayores. El grupo se disgrega y Tris emerge como única capaz de derribar -por intención y por aptitud- una dictadura vestida de democracia pacificadora.

En muy poco tiempo, la distopía para adolescentes y ‘young adults’ se ha abierto un hueco estable en la programación de los multicines. En realidad son variaciones sobre un mismo tema, que, por supuesto, tiene sus raíces en una larga tradición de relatos mesiánicos. Lo que llama la atención esta vez es el protagonismo femenino como algo político y no accesorio, y el enfrentamiento directo con la figura adulta como modelo a derribar.

En esta segunda parte de la serie ‘Divergente’ (adaptación del bestseller de Veronica Roth), Tris y Cuatro -un chico que, lejos de ser motor de la acción o salvador de la chica en el último momento, está en la revuelta por amor- se alían con la madre de él por puro pragmatismo, porque en realidad saben que ella será la próxima déspota a la que deberán hacer caer.

‘Insurgente’ es una historia de chicas jóvenes que pelean contra mujeres poderosas. Un festín guerrillero que abre las puertas al combate que se presenta en el tercer y último capítulo: la guerra abierta entre una pareja y su suegra por el control político de un mundo recién liberado.

Comentarios