SI A PEQUEÑA Miss Sunshine se le rebaja el tono adulto en el gag, y se entrega el peso cómico a los niños protagonistas, el resultado sería lo más parecido a Nuestro último verano en Escocia. Comedia británica con todo ese toque y ese equilibrio del que presumen en la isla, en el que el humor negro tiene siempre su contrapeso con una ligera cadencia sentimental, la ópera prima de Andy Hamilton y Guy Jenkin es perfecta para padres y madres con crisis familiar, y expulsa de la sala al espectador más tristón con una sonrisa entre complaciente y tonta.
El centro neurálgico de Nuestro último verano en Escocia está en la familia disfuncional como única posibilidad. Los protagonistas de mediana edad mantienen las apariencias ante los demás ocultando sus debilidades y baches emocionales. Los únicos que actúan con naturalidad, sencillez y sinceridad son los niños y los viejos, y ambos tejen sus relaciones entre ellos con vínculos ajenos a las normas encorsetadas que siguen los adultos.
La celebración del 75º cumpleaños del abuelo es la excusa para reunir a toda la familia y amigos en una mansión de Escocia. El matrimonio protagonista (Rosamund Pike y David Tennant) con tres niños -y en pleno proceso de ruptura- viaja desde Londres, mientras que la otra pareja, con un hijo reprimido por su padre y una mujer que esconde sus brotes depresivos, vive en las Highlands. Ligada al éxito de la última comedia europea sobre diferencias territoriales dentro de los propios estados, Nuestro último verano en Escocia no desaprovecha la burla a los londinenses y una cierta idealización de autenticidad en los norteños. Los chistes en los acentos, que se pierden en el doblaje, y las bromas privadas entre británicos al norte y al sur del muro de Adriano se reducen en su versión internacional.
Y en esa construcción de la tradicional feel-good movie, a Hamilton y a Jenkin no se les puede reprochar demasiado. Su idea de comedia familiar funciona a la perfección y, aunque apenas tenga aciertos explosivos en los gags, es un producto que triunfa en la parroquia por esa confortabilidad riquiña.
Película de buenos sentimientos que explora el microcosmos familiar mientras capta imágenes aéreas de paisajes idílicos, Nuestro último verano en Escocia no será recordada por nada en especial, pero garantiza un hueco muy rentable en las televisiones de medio mundo. De momento, fue uno de los éxitos de taquilla del año pasado en el Reino Unido.
Título: Nuestro último verano en Escocia.
Director: Andy Hamilton, Guy Jenkin.
Reparto: Rosamund Pike, David Tennant, Billy Connolly.
Calificación: 2 / 4
