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El traje que necesita Altri

La gran preocupación para que el proyecto cuaje es ahora el encaje definitivo de 250 millones en ayudas de los Next Generation
El CEO de Altri con el presidente de la Xunta y el conselleiro de Facenda. EP
photo_camera El CEO de Altri con el presidente de la Xunta y el conselleiro de Facenda. EP

UNA DE las principales consignas que salió de la mesa en la que en plena pandemia el comité de expertos de Núñez Feijóo barruntó los grandes proyectos tractores tenía mucho que ver con la rentabilidad de las apuestas a presentar para captar fondos Next Generation. En síntesis, tenían que ser rentables, viables en el cógido de un empresario o un ejecutivo, en resumen, con o sin ayudas públicas. Y con ese santo y seña de la rentabilidad se puso a trabajar el equipo de la sociedad Impulsa, encargada de canalizar las inicativas. Otra cosa bien distinta, y aquí reside la clave, es que esos proyectos se puedan ejecutar finalmente sin fondos europeos, por muy rentables que resulten. Todo un matiz.

Y esto lo asume la Xunta, lo tiene claro Altri y desde esta semana también lo saben los principales actores del sector maderero gallego, que conocieron el proyecto de Palas de Rei de la mano de sus promotores. Una de las conclusiones del encuentro, no hay plan B si la fábrica de fibras textiles del grupo portugués no recibe los fondos europeos que estiman para concretar la inversión, que será aprobada antes de fin de año, en cualquier caso. Sobre el papel, los ejecutivos del grupo portugués han puesto una cifra: 250 millones de euros de dinero europeo, para una inversión que, ejecutada en su totalidad, superará los 800 millones. Por tanto, los fondos públicos representarán un 30% del total, aproximadamente.

Altri también ha hecho otros deberes, previos en este caso, los de la rentabilidad del proyecto de Palas. Espera recuperar su inversión en un periodo inferior a los diez años. Así lo llegó a explicar en una presentación ante inversores en la que la compañía lusa aseguraba que deberá alcanzar en Galicia una tasa interna de retorno (TIR) de doble dígito. Pero falta ahora todo un traje a la medida, que es lo que el proyecto de fibras textiles necesita.

La adjudicación de los fondos europeos de reconstrucción, la percha, es un proceso de concurrencia competitiva; es decir, los proyectos compiten entre sí. Y el de Altri tiene todas las de ganar con los parámetros de sostenibilidad y eficiencia, tanto energética como ambiental, que fija el marco de los Netx Generation. Sin embargo, tal y como está diseñado el proceso, la inversión de Palas de Rei no encaja en ningún traje de los disponibles en el armario del Gobierno. Entre aprobados y anunciados, actualmente hay sobre la mesa once proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica, los conocidos como Pertes. Y están centrados en ámbitos como el vehículo eléctrico, la salud, las energías renovables, agroalimentación, la economía de la lengua, la industria naval o aeroespacial, el ciclo del agua y economía circular. A ellos se sumarán en breve el de economía social y el de los semiconductores. Pero no hay Perte, tal cual, para la industria, ni mucho menos para sectores como el forestal o el textil.

Y también están los números. Por ejemplo, el de la economía circular, con un encaje parcial que podría tener el proyecto de Altri una vez desarrolle completamente la inversión con el reciclaje de ropa previsto, establece ayudas por valor de 492 millones de euros y se espera movilizar recursos superiores a los 1.200 millones hasta 2026. Este traje se quedaría, sin duda, pequeño para Altri.

Sin un programa claro y sin plan B, como parece, no queda otra que mirar hacia Madrid. La música de Altri, un proyecto tractor, que generará miles de empleos, con una apuesta clara por la transformación de la economía, suena muy bien, pero hace falta una partitura, letra, y sobre todo números sobre la mesa. Por algo el vicepresidente Francisco Conde mira a Nadia Calviño, con quien estuvo ya la semana pasada en Madrid, y con quien parece haber mucha más sintonía que con otras vicepresidentas, caso de Teresa Ribera. Y por algo, desde Altri mantienen diciembre como fecha tope para aprobar definitivamente la inversión en Galicia, pese a haber elegido ya ubicación. Faltan los fondos, todo un traje a la medida para esa gran inversión.

Emilio Bruquetas | Reganosa, llamada a convertirse en un operador energético

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