"Antiguamente había una mentalidad de que las personas mayores son frágiles, muy propensas a enfermar, solitarias... Hoy en día esto está cambiando y se ve como un segmento de población activo y con mucho que aportar a la sociedad", asegura Lucía Saborido, directora de Saraiva. Esto, unido a los avances médicos, que han mejorado notoriamente la calidad y longevidad de vida de las personas, ha otorgado a la tercera edad la capacidad de realizar actividades que antiguamente no estaban concebidas para su edad.
"A la gente aún le cuesta cambiar el estereotipo de envejecer. Tiene miedo a no poder hacer cosas a ciertas edades, pero, poco a poco, se está empezando a ver el envejecimiento como un estilo de vida mucho más activo y con muchas menos imposiciones sociales", afirma Lucía Saborido. "Tener 65 años hoy en día no es lo mismo que tenerlos hace 50 años. El concepto de ancianidad está cambiando, así como lo que esta gente puede o no puede hacer", recalca la directora de Saraiva. Así, las personas con edades avanzadas están cambiando sus hábitos de vida y las actividades de ocio y deportivas se incluyen en su rutina diaria con total normalidad.
En esto juega un papel crucial la jubilación. En opinión de Saborido, la gran cantidad de tiempo que esta otorga a sus beneficiarios es un factor clave que ha favorecido el desarrollo de esta nueva concepción de lo que la tercera edad puede hacer.
