"Cuando hablamos de comunicación con personas con demencia es importante que los profesionales entendamos que toda buena comunicación comienza con un ejercicio de empatía -afirma Lucía Saborido, directora de Saraiva-. Se trata de ponernos en los zapatos de la otra persona, pero no siempre es fácil. Por eso abogamos por que los profesionales experimenten e incorporen nuevas herramientas que les permitan ver con otros ojos y desde ahí poder comunicarse de una manera más cercana y más adaptada a las personas". Esto no es fácil e implica desarrollar nuevas habilidades. "El apoyo de un profesional experto es clave y el incorporar metodologías de otras áreas, como por ejemplo los mapas de empatía basados en el ‘Design Thinking’, nos pemite trabajar con los profesionales de manera individual o grupal identificando lo que ve, dice, escucha, piensa y siente la persona", explica.
"Todas estas técnicas nos permiten mejorar habilidades propias de la comunicación de una manera experiencial que transforma a la persona que, al situarse en la posición del otro, adquiere una visión más cercana y compasiva. Estamos hablando no solo de las palabras que escogemos, sino de cómo interactuamos -o no- con la persona a lo largo del día. El tono de voz, la expresión facial y corporal... cuando tomamos conciencia de todo ello marca un antes y un después en la forma de comunicarnos y se producen cambios automáticamente a la hora de aproximarnos a la persona con demencia".
Blog | Vida Sénior
"Toda buena comunicación comienza con un ejercicio de empatía"
Lucía Saborido
"Os proponemos que desarrolléis vuestra empatía, vuestra escucha activa y vuestra capacidad de observación para poder comunicaros de manera más efectiva con cualquier persona y, sobre todo, si acompañáis o cuidáis a una persona con demencia"