Blog | Balas de fogueo

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La tecnología digital ha supuesto una auténtica revolución para la vida de los seres humanos, un cambio de paradigma. Ha cambiado los modos y maneras de hacer en todos los ámbitos y situaciones. Ha dado lugar a nuevos escenarios, distintos enfoques, diferentes perspectivas. La prensa digital ha visto nacer, por ejemplo una nueva forma de relación con los lectores. Tan rápida que es casi instantánea: hablamos de la sección de comentarios que suele acompañar a los artículos de diarios y revistas. Una posibilidad para que los lectores manifiesten su parecer sobre lo publicado, plasmando sus impresiones y viéndolas formar parte, en una especie de coda, del texto en cuestión. Y como expresión escrita que es, susceptible de desarrollarse como manifestación creativa, podríamos de decir que estamos ante un nuevo género literario que se origina de modo coral y democrático y mediante aportaciones espontáneas que se encadenan unas a las otras, retroalimentándose.

En principio el único requisito para participar es un sencillo registro online para la identificación de los opinadores, que en ese momento pueden escoger un sobrenombre o nick con el que saltar a la arena del debate. En principio es arena, pero lo habitual es que termine siendo barro, por donde acabarán arrastrados los más belicosos y los más irascibles. Es así pues a los comentarios acuden gentes de todo tipo: lumbreras, imbéciles, tarados, narcisistas, metomentodos, sabihondos, pirados…

Los mismos nicks revelan mucho de la personalidad de quienes los eligen. Alguien que participa como 'Ricky 85' no es difícil imaginar que se trata de un ciudadano de nombre Ricardo que apareció en este mundo en 1985, dotado de una forma de ser sencilla pero noble. 'Rabindranath' nos puede poner delante de alguien con un elevado concepto de sí mismo, mientras que 'Rabindranath Tomeza' nos habla de alguien con un elevado concepto de si mismo y muy pocos prejuicios, probablemente un friqui. En cambio 'MJT' es el nick de alguien pragmático y de pocas palabras, expeditivo y enigmático. ‘Idiotas en acción’ esconde a un individuo cabreado, altanero, alguien que tiene cuatro cosas que decir y probablemente dirá seis o siete. 'Achtkarsplen' es un nick cuyo dueño seguramente se droga. Contempla la vida desde su propia atalaya, aunque viva en un entresuelo. El nick 'As Diary' en la sección de comentarios de una noticia publicada en Marca es la elección de un cachondo mental, alguien que ha entrado no para hablar de su libro, sino para carcajearse de su libro.

El éxito de esta sección radica en su carácter democrático: puede usted ser uno de los siete sabios de Grecia o un perfecto descerebrado, que su opinión será contada entre las demás. Con frecuencia las intervenciones generan controversia, son frecuentes las alusiones a intervenciones anteriores y muchas de ellas para atacarlas. De pronto el artículo pierde foco y la atención recae en los propios comentarios. Sucede que muchas veces los seres humanos no distinguimos entre el rechazo de un punto de vista y el rechazo a quien exhibe ese punto de vista, de modo que empezamos a sentirnos atacados y nos defendemos con uñas y dientes (con adjetivos y adverbios). En el intercambio de ofensas suele salir a relucir lo más granado de la lengua castellana (o la que fuere) en el apartado de improperios y agravios. Alertados por el olor a sangre, con frecuencia acuden a la refriega otros nicks que deciden apoyar a uno u otro bando, formándose un quilombo de tamaño considerable. De este modo, el verdadero tesoro de un sencillo artículo de prensa se esconde más abajo del punto y final, en los centenares de comentarios a que da lugar y que muestran una manera salvaje de ofender y sentirse ofendido.

Servidor ha sentido en diversas ocasiones la llamada de la selva, esa pulsión de intervenir, pero nunca ha sido tan fuerte como para superar la pereza de tener que pasar por el registro y además inventarse un nick (aunque esto sí que resultaba divertido). Sí recuerdo haber recurrido a twitter para corregirle al gran Jaureguizar un descuido cometido en un artículo en este periódico. Indicación que aceptó y agradeció puntualmente, lo que me hizo engordar al instante sin haber ingerido alimento alguno.

Les animo por tanto, queridos lectores, a no descuidar esa impredecible fuente de diversión que constituyen los comentarios.

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