Blog | El portalón

Ser mujer, hoy

Un poco mejor que ayer, un poco peor que mañana

QUÉ ES ser mujer, hoy?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul ¿Qué es ser mujer, hoy?, insistes mientras clavas, esta vez, las dos pupilas azules. Aleja de mí tus pupilas que te voy a responder: no tengo ni idea.

O sí, depende. A veces soy mujer (hoy) como si tuviera una de esas experiencias extracorpóreas cercanas a la muerte, viéndome en plano cenital pero sin mesa de operaciones ni equipo quirúrgico sudando bajo el gorro. Y lo que allí veo es tanto, es heterogéneo, es mío y de otras.

El caminar apresurado, con sonido rítmico. El odio profundo a los zapatos que taconean, tan indiscretos, que te anuncian en esa calle oscura por la que quisieras levitar. Ligera hiperventilación cuando un hombre solo a lo lejos cruza la calle y se incorpora a tu acera, los zapatos venga a hacer ruido, suspiro cuando pasa de largo. Pensar después en las que están en ese instante abriendo el pecho de un paciente, escalando la peor montaña, logrando esconderse de su enemigo casi sin respirar y decirse a una misma "ay, madre". Eso es ser mujer, hoy.

Escuchar a alguien contar que al principio no era así. Que se sentía muy querida, muy importante, que siempre le preguntaba dónde estaba, qué hacía, que se le veía genuinamente interesado. Que resultaba halagador. Pero después ya no, después se volvió agotador, incomprensible, había que dar explicaciones sin parar. Era tan cansado que empezó a dejar de hacer según qué cosas. Tampoco eso bastó. Ya nada de lo que hacía, y sobre todo de lo que dejaba de hacer, bastaba. Que la primera vez se convenció de que no volvería a pasar. No le parecía que fuera como otros casos, era diferente, eso sí que era un hecho puntual. Que no lo fue, que fue exactamente como otros casos, que todavía no se puede creer que le haya pasado a ella, que se siente muy culpable. Eso también es ser mujer, hoy.

"¿Qué es ser mujer, hoy? ¿No ves que no tengo ni idea, que todo y nada, que es un lío tremendo difícil de explicar?"

Ir a trabajar y tomártelo muy en serio, no salirte nunca del usted, ser cortés pero firme, fingir que no dudas nada para sonar segurísima, como si hubieras hecho eso mil veces. En realidad, has hecho eso mil veces. Que tu interlocutor, un completo desconocido, te llame, en ese mismo contexto, "neniña" y "guapiña", que te pregunte si tienes hijos y a qué esperas, que solo lo dice por tu bien porque no hacemos (así dice, hacéis) más que esperar a que se nos pase el arroz y luego nos quejamos. Que no sea hasta que ya te has ido, en mitad de una calle soleada, cuando se te ocurre que debieras haberle preguntado si se revisa periódicamente de la próstata, que solo lo decías por su bien, que no hacen (decir así, hacéis) más que levantarse a orinar doscientas veces en una noche y lo dejan pasar, que luego se lamentan de no haber ido antes al urólogo. Que te arrepientas de tener unos reflejos tan desentrenados y te prometas ponerlos al día, afilarlos. Eso es ser mujer, hoy.

Tener muchas dudas, preguntarse muchas cosas. Creer en la sororidad. No creer en la sororidad a toda costa. No querer que, de ninguna manera, te metan en el mismo grupo con según qué gente. Querer al mismo tiempo que el grupo sea muy grande, saber que es necesario, que es la única forma. Querer pensar por ti misma todo el rato. Preguntar muchas veces la opinión a otros. Tenerla en cuenta, desecharla, tenerla en cuenta, desecharla. Hacerse un lío. No saber hacia dónde va el mundo, ni el país, ni las mujeres, ni tú. Eso es ser mujer, hoy.

Rebeca Solnit escuchando cómo un hombre le habla con detalle del libro que ella misma ha escrito sin dejarle meter baza. Mary Beard haciendo una serie documental sobre los romanos y los críticos de televisión comentando sus "desastrosos" atuendos. Ellas son mujeres, hoy.

Esperanza Aguirre amenazando a una enfermera durante una protesta en un hospital, huyendo de dos policías que le iban a multar, aparcando en la Gran Vía para ir a un cajero. Mercedes Milá llamando gordo a un científico que le refuta un argumento. Mujeres latinas votando a Donald Trump. Marine LePen hablando. También ellas son mujeres, hoy.

¿Qué es ser mujer, hoy?, vuelves a decir por enésima vez ya sin mostrar tu pupila azul, con los ojos cerrados por hartazgo, por la larga espera, por la intuición de que no sacarás nada en limpio. ¿Qué es ser mujer, hoy? ¿Y tú me lo vuelves a preguntar? ¿No ves que no tengo ni idea, que todo y nada, que es un lío tremendo muy difícil de explicar?, te digo, a estas alturas con ganas de meterte el dedo en tu pupila azul. Pero no lo hago, no, porque bien sé que hasta el mes de marzo del año que viene no me lo volverás a preguntar.

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