Blog | Arquetipos

Nosotros siendo nosotros

Título: THIS IS US.
Creador: Dan Fogelman.
Reparto: Milo Ventimiglia, Mandy Moore, Justin Hartley.
Cadena: NBC.
Calificación: ●●●●●

HAY VECES que un libro, una música, un cuadro, una película o una serie de televisión nos reconcilian, de alguna manera, con el mundo, con nuestra posición en el mundo, con nuestro propio interior, tan lleno de verdades y de conflictos. Ocurre con This is us. Vean esta serie porque tiene lo que tienen las cosas dichas a la vez con contundencia y sensibilidad, con inteligencia y ternura.

This is us es exactamente eso. Nosotros siendo personas y haciendo en la vida, la mayoría de las veces, lo que podemos. Ese proceso, ese conjunto de actos que nos conforman, que nos definen, resulta -aunque pueda parecer extraño- terriblemente atractivo a ojos del espectador. Aquí no hay héroes ni villanos, no hay perseguidores ni perseguidos, no hay una trama que encasille a la serie en un producto típico de fábrica. Lo que la hace diferente es el guión, que configura una historia de gente buena, a la que le pasan cosas de todo tipo. A partir de esa premisa, los distintos personajes toman decisiones que pueden ser discutibles pero que siempre son reconocibles. El guión hila tan fino que siempre acierta porque siempre toca lo que duele o lo que hace sonreír. Lo mismo que nos enfrenta -a nuestro yo y a los otros-, nos aplaca, nos apacigua, porque los distintos capítulos ofrecen la oportunidad de contemplar todos los lados del ser humano y también nos permiten comprenderlos, después de haberlos examinado el tiempo suficiente como para plantearnos preguntas.

Gente buena haciendo cosas. Una bondad natural, genuina, más o menos marcada, más o menos desarrollada, pero real. La existencia de esa pincelada de cordialidad humana es el elemento destacado en ‘This is us. Ese es el fundamento de unos personajes que se mueven en un mundo, no necesariamente hostil, simplemente mundo. Con todo lo que eso conlleva y con todo lo que se derive de ahí. La empatía se siente cuando se recorre una verdad. Cuando lo que vemos nos empuja a una certeza que reconocemos en nosotros, a pesar de cualquier impedimento que pongamos para que esa identificación no produzca algún escalofrío. Los protagonistas de esta serie están tan bien trazados que lo que nos sucede es que nos solidarizamos con todos a un tiempo. Que entendemos lo de unos y lo de otros aunque nada tengan que ver sus asuntos con los nuestros. La pregunta es qué tipo de personas queremos ser, qué elegimos para nosotros y, por extensión, para los demás, porque, al fin y al cabo, lo que somos se proyecta y a alguien toca, siempre. La respuesta a esa cuestión ni es sencilla ni es inmutable. La gente de This is us está en ello. Como muchos. Quizá como todos, pese al perfil seguro y satisfecho de unos cuantos. Hay una cierta magia en esta serie porque lo que engancha no es lo trepidante ni lo horrible ni lo brillante, sino lo cotidiano, lo de toda la vida, con su parte de belleza y su parte de crueldad.

Quizá parezca un chiste. Hablar de bondad, de verdad, de belleza. Hablar de audiencias poderosas con esos componentes. Hablar de fascinación por algo que, si está ahí, no se suele ver porque, ya se sabe, la vida nos lleva y no tenemos tiempo para más.

Y así como José Agustín Goytisolo escribió sus ‘Palabras para Julia’: "...Tú no puedes volver atrás/porque la vida ya te empuja/como un aullido interminable... Entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso. La vida es bella ya verás/como a pesar de los pesares/tendrás amigos, tendrás amor", así nosotros tenemos algo que nos recuerda que no estamos tan solos ni somos tan únicos. Y además, todo lo contrario.


La otra ventana indiscreta

Atención: Dkiss estrena Alta infidelidad, un programa que promete. Se reconstruirán, anuncian en su promoción, llamativos casos de adulterio. Y qué mejor que pasar la tarde viendo esto cuando podríamos estar viendo This is us, por un suponer. Donde está la enjundia es aquí, no allí, aquí está la respuesta a todas nuestras preguntas existenciales. Acción, intriga, sorpresa. Y qué me dicen de ese juego de palabras tan sutil, tan, no sé, refinado, chispeante, incluso. ¿Eh?

Comentarios