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El rostro del agresor

Performance feminista en Pontevedra. JAVIER CERVERA
photo_camera Performance feminista en Pontevedra. JAVIER CERVERA

LE VIMOS la cara. Teníamos la fotografía a las puertas de los juzgados. El rostro descubierto, mirando a cámara. Perfectamente reconocible. Y nos asaltó la duda. Poner el foco sobre el agresor es una de las recomendaciones en el tratamiento de la violencia machista. Respetar la intimidad de las personas agredidas, también. Y siempre proteger a los menores. Así que abrimos el debate. La imagen de este hombre que presuntamente había atacado a su ex mujer con un arma blanca y en presencia de sus hijos pequeños es publicable. La Policía dio con él poco después del suceso. Tenía las manos ensangrentadas, dijeron. Pasó horas en el calabozo. Tras tomarle declaración, el juez decretó prisión provisional. Pero hacer público su rostro supondría irremediablemente poner cara, a su familia ante la ciudad.

Consultamos con especialistas, con el Colexio de Xornalistas de Galicia, con agentes que habitualmente trabajan con víctimas de maltrato y obtuvimos todas las respuestas posibles. Unas en base a la Ley, a los códigos deontológicos de distintas comunidades autónomas o al sentido común de los consultados. "Cada caso es distinto", dijeron. "No hay una norma clara". "Tenemos derecho a verle la cara al agresor". "Lo fundamental es proteger el anonimato de los niños y de la mujer maltratada". "Si pixeláis su rostro parecería que le estáis protegiendo" (...)

Lo único que sacamos en claro de esta situación es que existe un enorme vacío alrededor de un asunto tan urgente como la violencia de género. Sabemos que los medios de comunicación tenemos un papel importante en la lucha contra el terrorismo machista, pero sobran críticas y faltan herramientas y unos órganos de consulta a los que acudir cuando surgen este tipo de dilemas para ser realmente eficaces.

Entre las conclusiones del Congreso ‘Medios de comunicación e igualdade: unha mirada crítica ao tratamento da violencia machista’, el colectivo Periodistas de Galicia destacó la necesidad de generar un observatorio con participación de los medios de comunicación, las administraciones y universidades para analizar el impacto de la labor informativa en el tratamiento de la violencia de género.

Porque es hora de dar un paso más. No importa cuántos cursos hagamos sobre igualdad y perspectiva de género, cuántas guías podamos consultar, cuántas mesas redondas se celebren. Las fuerzas de seguridad, la Judicatura, la Administración y los medios tenemos que trabajar en la misma dirección, mano a mano.

Esta semana contamos que el recién constituido Comando Mazá llamaba la atención sobre el último caso de violencia de Pontevedra con una convocatoria simbólica. Este sábado escribimos que más de un centenar de mujeres se unió el viernes al flashmob chileno que recorre medio mundo al pie de la Peregrina con su canto viral: "El violador eres tú". Y de verdad, que los periodistas queremos hacerlo bien. No limitarnos a seguir contando que ya son más de mil mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas desde que hay registros; de narrar los minutos de silencio; retratar las manos moradas que se alzan reclamando justicia o repetir que el 016 es el número de ayuda a las víctimas de malos tratos, que no deja rastro en la factura.

Queremos tener claro que informar de cada muerte es positivo, saber si existe el efecto llamada, averiguar cuál es la mejor manera de hacer una información que sume, para que esta sociedad que quiere dejar atrás el machismo cuente con un arma más para conseguirlo.