Blog | A lume maino

"Nos toca dar el salto"

CUANDO ERA una niña su madre le aconsejó que todos los días se mirase al espejo y se dijese: "¡Nena, tú vales mucho!". Y le hizo caso. Hoy es catedrática de Inmunología y una empredendora de éxito, y además de dirigir el Centro de Investigacións Biomédicas (Cinbio) de la Universidade de Vigo preside la Sociedad Española de Inmunología. Gallega de adopción, África González es una de las cuatro candidatas nacionales a uno de los premios más prestigiosos de la UE, los Women Innovators 2017, que se fallarán el miércoles coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.

Confiesa que cuando era pequeña nunca soñó con ser empresaria o catedrática, "pero sí que tenía ganas de poner en marcha mis ideas", dice. "Siempre me ha gustado estar en las posiciones de avanzadilla".

Su candidatura a los galardones europeos llega con Nanoimmunotech, la primera empresa europea en el sector de la nanobiotecnología, que nació de su mano hace ocho años como una spin off de la UVigo y hoy es pionera en la aplicación médica de la nanotecnología, además de vender sus productos a más de 45 países. "Tenemos fármacos que antes eran muy tóxicos y que no se podían emplear, y metiéndolos dentro de cápsulas de tamaño nano permitimos que esa toxicidad disminuya y que ese fármaco pueda llegar al organismo e incluso a la diana que nos interesa", aclara la científica. Además, su empresa trabaja ahora en otro proyecto puntero, HeatSens, que estudia la aplicación de nanobiosensores en la alimentación y la salud.

Talento, constancia y esfuerzo son algunas de las claves de las que ha echado mano África para coronar la cima científica. Y aunque el camino no ha sido fácil, asegura, siempre tuvo buenos ejemplos cerca. Primero, en casa. "Nuestra juventud fue dura". Tras la muerte prematura de su padre, su madre, que entonces contaba 48 años, "sacó adelante" a los cuatro hijos, la más pequeña de ellos enferma. "Y los tres mayores conseguimos estudiar con becas. Siempre tuve la sensación de tener que ir tirando, como el tren". Años más tarde, tuvo la oportunidad de trabajar codo con codo con científicos de la talla del Premio Nobel César Milstein, con quien se sumergió en la ciencia con mayúsculas.

Hoy África González compagina su labor investigadora con la docencia. Apuesta por el talento en sus equipos, el de ellos y el de ellas por igual. "Hay alumnas muy buenas, que tienen muy buenos expedientes, que optan a becas y pueden tener un camino muy prometedor, pero también hay una brecha en los puestos altos, en los puestos de liderazgo", dice la científica. "Ves fotografías de los colegios de médicos, de reuniones de empresarios... y casi todos son hombres. A mí me ha pasado de estar en reuniones de fondo de inversión o de capital riesgo y ser la única mujer".

Para cambiar esta situación, la catedrática asegura que es necesario acabar con estereotipos de género. "Primero, debemos hablar de personas. Y tampoco me gusta el victimismo que a veces se utiliza por parte de un feminismo mal entendido. Creo que la mujer tiene que dar el salto. Y ese salto se tiene que dar desde muchos puntos de vista, pero el primero es desde una misma", sentencia.

Convencida de que muchas veces es la propia mujer la que se pone cortapisas o no hace valer su talento, esta investigadora apunta que para que la igualdad de oportunidades sea real tiene que haber un compromiso por parte de cada mujer con ella misma y contar con el apoyo de la familia, la sociedad y la propia empresa.

"La mujer tiene que tener independencia mental y económica. Que durante su horario laboral tenga su cabeza centrada en el trabajo y no tenga que estar pensando de si el niño ha comido o dejado de comer", señala África, que asegura haber visto a muchas emprendedoras europeas, "casi todas madres, muchas de ellas madres de familia numerosa", que demuestran con su experiencia que hay talento y que se puede llegar a la cima.

La fundadora de Nanoimmunotech, que descubrió su vocación docente tras estudiar Medicina, lamenta que haya un importante retroceso entre las nuevas generaciones en este sentido. "Ves gente a la que le costó entrar en la Universidad, que ni podía votar ni abrir una cuenta... y hoy las mujeres podemos hacer todo: votar, viajar, conducir nuestro coche, no tenemos que depender de nadie". A las puertas del 8 de marzo, la niña que cada mañana hablaba al espejo, concluye: "Tenemos que ser valientes y creer que podemos hacerlo".

Comentarios