Blog | Marta está harta

Seamos realistas

Adolescentes miran sus móviles.EP
photo_camera Adolescentes miran sus móviles.EP

Un día cualquiera, a una hora cualquiera y en cualquier lugar del mundo, donde haya un adolescente, este estará sumergido en su móvil y seguramente dentro de su habitación. Mientras sus padres en el salón también juguetean y navegan con sus respectivos móviles, mientras se quejan de que su hijo no levanta la cabeza del móvil.

Ante esta imagen, voy a hacer un poquito de abogado del diablo y a analizar desde un punto de vista totalmente lógico, porque los adolescentes se pasan el día mirando la pantalla de sus teléfonos y eso no es “tan malo”. Lo primero que tenemos que tener claro es el uso de las redes sociales no les aísla del mundo real, al contrario nuestros hijos gracias a las redes sociales están superconectados con otros adolescentes. Así que, admitámoslo, se comunican de otra manera, diferente a la que teníamos nosotros, y las causas son varias: La primera, que casi el 60% de los adolescentes hoy en día son hijos únicos. Por lo que en su casa se aburren y se sienten solos. No tienen hermanos con los que hablar, discutir y pegarse, y llega un momento, en el que lo de convivir y hablar con los padres es “contranatura”, por muy mal que suene. No olvidemos que en la adolescencia se necesita al grupo de amigos tanto como a los padres.

La segunda, que nuestras casas, nuestras calles y nuestras vidas han cambiado y salvo aquellos afortunados, que viven en urbanizaciones o en el campo, lugares en las que tus hijos salen a la calle para estar con los amigos, y yo soy testigo que eso sigue ocurriendo en las urbanizaciones y en los pueblos. Pero no en las ciudades, donde las calles se han convertido en lugares poco seguros para nuestros hijos, o por lo menos eso es lo que les trasmitimos desde pequeños.

La tercera, que los jóvenes quieren gustarle a los demás, igual que a los adultos, y quizás esté más justificada esta actitud en la adolescencia, que en muchos adultos que viven por y para sus likes. Ya que en la adolescencia los chicos sufren cambios físicos y psicológicos, por lo que están en una continua búsqueda de la aceptación de los demás
Tenemos que ser realistas y entender que nuestros hijos solo quieren lo que hemos querido todos cuando éramos adolescentes, que es estar con los demás y gustarles. Pensemos, si nosotros hubiéramos tenido la posibilidad de hablar con nuestros amigos a todas horas, gratis y desde nuestra habitación y no desde el teléfono , que nuestros padres estratégicamente colocaban en el pasillo, seguramente lo aprovecharíamos , ¿no?. Pues eso es lo que están haciendo nuestros hijos. Pero como en todo en la vida hay que tener cuidado.

Por todo esto, yo que no creo que a un hijo haya que quitarle su teléfono y aislarlo de su mundo, pero sí debemos controlar el cómo, el cuándo y el cuánto se relaciona con ese mundo. 

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