Blog | El Ala Oeste

Carlos Slim y la fórmula mágica del 75-12-3

EL MAGNATE mexicano Carlos Slim, muy vinculado a Galicia a través de su amigo Olegario Vázquez Raña, fue uno de los grandes protagonistas del plenario del Círculo de Montevideo que esta semana reunió en Santiago a políticos y empresarios de ambos lados del Atlántico. Su conferencia sobre el mercado laboral que viene tras la pandemia no dejó indiferente a nadie en el auditorio.

Merece especial atención la parte en la que alertó de que el gasto en pensiones empieza a ser insostenible para algunos Estados, por lo que la considerada 14ª fortuna del mundo lanzó una propuesta: trabajar hasta los 75 años, 12 horas al día y 3 días a la semana. Una fórmula, la 75-12-3, que según él reportaría importantes beneficios a la sociedad.

Por un lado, repartir la semana laboral en dos turnos –unos que trabajen de lunes a miércoles y otros de jueves a sábado— permite duplicar el número de empleos: dos personas para el mismo puesto. Por otro, deja cuatro días libres en los que los trabajadores podrían disfrutar del ocio, pero también aprovechar para realizar otras actividades de interés económico. Pongamos por ejemplo cultivar tomates, pescar o calcetar.

Por el otro, al trabajar hasta los 75 años se alivia al Estado de un importante gasto en materia de pensiones, un ahorro que se podría destinar a garantizar una especie de renta mínima vital o paga que complementase los salarios. Es decir, el Estado te da para vivir y todo lo que sea tu ocio personal te lo tienes que ganar en el trabajo, en el que al tener solo tres día de actividad, podrías dedicarle 12 horas por jornada.

La cosa, evidentemente, no acabó de convencer a muchos de los allí presentes, que rescuchaban con un recelo justificado a Slim. El multimillonario aseguró que tanto China como incluso Estados Unidos estaban adaptando mejor su mercado laboral a las exigencias mundiales poscovid que la vieja Europa, donde los derechos laborales y el papel de los sindicatos complicaba muchísimo las reformas de este tipo.

Sin embargo, lo preocupante de la conferencia de Carlos Slim no fue el contenido de su propuesta, que debidamente argumentada puede ser válida y defendible. Lo preocupante es el tono de admiración con el que el empresariado de medio mundo empieza a hablar de las fórmulas laborales de China. E incluso también de las políticas. Por ahí se empieza...

Yo, por si acaso, nada más escuchar la conferencia me fui a comprar un décimo de Lotería del 75.123 para el sorteo de Navidad. Y si me toca el Gordo y me arregla la vida laboral, pues le tendré que dar la razón a Slim de que esa era la fórmula buena.

Comentarios