Blog | El Ala Oeste

La lección política de los 25 de Melide

Ilustración que recrea un momento da Asemblea de Melide. ALBERTO TARACIDO
photo_camera Ilustración que recrea un momento da Asemblea de Melide. ALBERTO TARACIDO

SE QUEJABA esta semana Miguel Santalices, y con mucha razón, del total desconocimiento que había en Galicia sobre un acontecimiento histórico tan relevante como la Asamblea de Melide, de la que precisamente el presidente del Parlamento presidió el 500 aniversario en la localidad coruñesa, impulsado junto al Consello da Cultura Galega y colectivos locales. Es una pena que este y otros episodios tan curiosos pasen desapercibidos en los libros de Historia y en las aulas.

Quien tenga curiosidad por conocer a fondo esta historia tiene amplia información sobre ella en la web del Consello da Cultura Galega, en un especial coordinado por Manuel Gago del que sale precisamente la ilustración superior de Alberto Taracido.

A mí, de la historia, me interesa más su esencia que los detalles, pese a que tiene algunos geniales. Se trata, básicamente, de una reunión de 25 nobles gallegos —y otras autoridades elesiásticas— el 4 de diciembre de 1520 en Melide en la que consensuaron un documento con una serie de peticiones —llamadas entonces capitulaciones— al rey Carlos I de España. Así, en plena revuelta de los Comuneros de Castilla, Galicia se comprometía a evitar la propagación de tales levantamientos a sus tierras, para tranquilidad de la Corona. Y a cambio, reclamaba del monarca 16 demandas. Algunas eran casi anecdóticas, como la de despenalizar las bodas muy numerosas, ya que en aquel momento no eran bien vistas: y no por el coronavirus sino porque en ellas se acordaban matrimonios y alianzas y se alimentaban conspiraciones que la Corona temía.

Pero las peticiones más serias eran otras. Crear una Capitanía General para que Galicia organizase su propia defensa, sacar tajada del descubrimiento del nuevo mundo con una Casa da Especiería y, sobre todo, conseguir el voto en Cortes para Galicia, ya que lo había perdido en el siglo XIV y desde entonces estaba representada por el voto de Zamora. Así que la Asamblea de Melide fue, en realidad, una de las primeras luchas políticas por el autogobierno y las competencias propias.

Pero en la política de entonces, igual que en la de ahora, de lo que Galicia pedía a Castilla se conseguía más bien poco. En 1521 llegó la Capitanía General y un año después la Casa da Especiería para organizar viajes a América. Pero sobre el voto en Cortes Carlos I dio largas. Y tan largas que Galicia tuvo que esperar a los tiempos de su nieto Felipe III para conseguirlo, en concreto en 1622.

Detalles aparte, lo relevante de la Asamblea de Melide fue la capacidad de 25 nobles que en el día a día solían andar a palos entre ellos para sentarse, ponerse de acuerdo y ser una voz única para reclamar mejoras para Galicia. Toda una lección para nuestros 23 diputados y 19 senadores que hoy, 500 años después, son incapaces de hacerlo.

Comentarios