Blog | El Ala Oeste

Tendencias y carambolas

El PP centra sus esfuerzos para las locales en Ferrol, Ourense y Lugo sin quitar ojo a Santiago ni a las diputaciones: afirma tener todo a tiro
Las elecciones también calibrarán el trabajo de Paula Prado, la apuesta de Rueda en el plano orgánico. PEPE FERRÍN
photo_camera Las elecciones también calibrarán el trabajo de Paula Prado, la apuesta de Rueda en el plano orgánico. PEPE FERRÍN

La política gallega se sacudió por fin el estado de semiletargo en el que entró tras el relevo al frente de la Xunta en mayo de 2022. Fue medio año raro, de cierta tregua y calma previa al temporal que representa el año y medio de carrera electoral que se avecina. Las elecciones municipales se echan encima y los partidos empiezan a hacer algo de ruido. Saben que en Galicia, donde la gente llegará al 28 de mayo después de casi tres años sin pasar por las urnas, es fundamental generar cierto ambiente electoral. Y en eso están.

Optimismo en tres ciudades


Si hay un partido que lleva tiempo con el chip electoral conectado, ese es el PPdeG. Consciente de que el de 2019 fue su peor resultado histórico en unas municipales, se puso a trabajar hace tiempo en candidatos y equipos. Al fin y al cabo, será el primer test de Alfonso Rueda como líder total y, por ello, el PP dice aspirar a todo.

Todo no incluye evidentemente la alcaldía de Vigo, pero, a partir de ahí, los populares creen que hay que jugar cada partido. No es un secreto que tienen muchas esperanzas puestas en las alcaldías de Ferrol, Ourense y Lugo, quizás por ese mismo orden. Y la siguiente en la quiniela sería Santiago, ya que aunque Borja Verea parta como apuesta a medio plazo, la crisis del gobierno de Bugallo en esta recta final, sumado al desgaste de la marca PSOE a nivel nacional, ilusiona en el PPdeG.

En A Coruña y Pontevedra, por su parte, ni las encuestas ni los ánimos están tan desatados. Sin embargo, ambas ciudades pueden jugar papeles importantes en la batalla la de las diputaciones, muy codiciadas por los partidos.

La batalla provincial


El PPdeG solo tiene la de Ourense, que Baltar confía en mantener gracias a los votos del efecto Cabezas en la capital. La distribución de diputados de la provincia deja poco margen a las sorpresas: salvo en el área urbana, todas las comarcas reparten uno o como mucho dos asientos, lo que facilita el reparto habitual PP-PSOE.

De las otras tres diputaciones, el PPdeG tiene el ojo puesto en Lugo. Igual que en Ourense, hay fe en que los votos del efecto Candia en la capital puedan dar el vuelco al escaño que necesitan los populares para hacerse con el asiento de San Marcos. El diputado de A Fonsagrada sigue en manos del PSdeG, y pese a que todos los años los populares apelan a él como determinante, nunca se mueve. Y en este 2023 hay voces que apuntan a la zona de Chantada-A Ulloa como la de un posible giro, dados los problemas socialistas con las listas en sitios como la propia Chantada, Carballedo o Palas y el fantasma de una alternativa en Monterroso con Suso Otero.

De la provincia de A Coruña también se habla en el PPdeG. Es el territorio del vicepresidente Diego Calvo y quiere hacer un buen papel el 28-M; al menos tan bueno como lo haga el partido en Pontevedra. Pero la realidad de los números es compleja, porque el PP están a cinco diputados de la mayoría. En este caso, los esfuerzos se concentran en la zona de Santiago y en la incógnita de lo que pasará con los diputados de las mareas y AV, el partido de Gelo, que no pasa su mejor momento.

Por último está Pontevedra. A día de hoy podría parecer utópico que el PP reconquistara este feudo, sobre todo si sigue siendo un partido marginal en Vigo, cuya circunscripción reparte 11 de los 27 asientos. Sin embargo, la apuesta fuerte de Almuiña en Baiona invita a pensar que el PP va a por la Diputación en una provincia que, además, es la de Rueda.

A la hora de echar cuentas electorales, más relevantes que los números son las tendencias. Y ahora es cierto que parecen ayudar al PP, porque el PSOE acusa el desgaste estatal y el efecto Sánchez de 2019 es historia. Pero en las municipales hay un segundo factor que pesa y que se escapa al control: las carambolas. Ese puñado de votos que cambia una alcaldía o una diputación. Y a eso se aferra el PP en mayo. En 2019 casi todas le perjudicaron... ¿Y en 2023?

El BNG apuesta duro por Lugo y por Santiago

El BNG también echa sus cuentas electorales para mayo y, de arranque, más allá de las villas medias que aspira a conquistar y de la subida generalizada que vaticina, tiene mucha confianza en sus resultados en dos ciudades: Lugo y Santiago. Tanto Rubén Arroxo como Goretti Sanmartín hablan abiertamente de ‘sorpasso’ al PSdeG de Lara Méndez y Bugallo en ambas plazas.

A día de hoy puede parecer utópico y más fruto de un deseo o una estrategia de movilización electoral que de un cálculo meditado, pero tampoco hay que obviar una realidad: si hay una subida generalizada del BNG a costa del PSdeG en las municipales, el equilibrio de los bipartitos se alterará. Los nacionalistas negociarán gobiernos de tú a tú, casi parejos, lo que implicará también manejar la mitad de los presupuestos y ganar peso institucional y político de cara a las autonómicas.

El PSdeG lo tiene más difícil porque sale a no perder

Las municipales representan, para el PSdeG, una convocatoria extraordinariamente compleja, porque llegan de su techo electoral en 2019, lo que complica cualquier escenario de mejora en mayo. Y más con la efervescencia de Sánchez diluida por la crisis y el desgaste de gobernar. En ese escenario, los de Valentín González Formoso salen a minimizar daños: a no perder el territorio conquistado hace cuatro años.

El propio partido lo admite al fijarse como retos mantener las tres diputaciones y el centenar de alcaldías, sin más ambición que esa. La necesidad de mayorías absolutas del PP le allana el camino hacia ese objetivo, pero hay alarmas encendidas en el PSdeG. La encuesta de Metroscopia para las generales apunta a batacazo del PSdeG y la experiencia dice que el BNG absorberá los restos del naufragio de las mareas.

Comentarios