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1936, un avión llamado 'Pontevedra'

El Gobernador civil quiso contribuir durante la Guerra Civil española con la compra de una aeronave de combate que llevaría el nombre de la ciudad y, para ello, se convocó una suscripción popular denominada Pro-avión Pontevedra 
Avión modelo MS.62. IBERIA
photo_camera Avión modelo MS.62. IBERIA

España no participó en la Primera Guerra Mundial, pero fue consciente de la importancia estratégica de la importancia de los aviones en un conflicto bélico y la República intentó actualizar su flota aérea. Diseñaron el primer avión totalmente español Luis Sousa Peco y José Aguilera, el CASA III, cuyo precio era de 26.000 pesetas y realizó su primer vuelo el 2 de julio de 1929.

Aún así, el inicio de la Guerra Civil española, con el golpe de Estado militar el 17 de julio de 1936, puso de manifiesto la importancia de la aviación en la contienda. Hasta ese momento, la flota aérea dependía de la Armada (Aeronáutica Naval), y a partir del 9 de agosto de 1939 se creó el Ejército del Aire que operaba de manera independiente al mando de toda la flota aérea.Artillería Naval Española

Entre las bases y estaciones aeronavales, al inicio de la guerra, destacaba la Base de Aerostación y Estación aeronaval del Polígono naval en Marín (Pontevedra): Escuela de Tiro. Una base modélica fundada y dirigida por Jaime Janer Robinson; fue un Capitán de corbeta, que puso en marcha las más avanzadas técnicas de tiro que destacaron a nivel mundial. Según palabras de Orois Fernández, un polígono «encargado de la calibración de sistemas de artillería y orientado hacia la investigación y el desarrollo», de nuevas tecnologías y sistemas aplicables al Tiro Naval. El 19 de julio de 1936 se encontraban en esta ubicación cinco aviones SM.62 realizando unas maniobras navales. El SM.62 corresponde al Savoia-Marchetti SM.62, un avión hidrocanoa construido en Italia en los años 20.

Al comienzo de la Guerra Civil española se abrieron suscripciones patrióticas, a nivel nacional y en Pontevedra, de todo tipo para ayudar al bando nacional; por ejemplo, Plato único, Día sin postre, Auxilio de invierno, entre muchas otras. Estos donativos eran en parte voluntarios y en otros casos obligatorios. Pero llama la atención que, una vez iniciada la guerra, en septiembre de 1936, se anunció una suscripción en Pontevedra para comprar un avión que se conoció como suscripción Pro-avión Pontevedra. Para ello se abrieron cuentas al efecto en toda la provincia en el Banco Pastor y el Banco Hispanoamericano a instancias del Gobernador civil y delegado de Orden Público del momento, el teniente coronel Ricardo Macarrón Piudo. 

En Pontevedra se cerró oficialmente el periodo de suscripción pro-avión el 15 de diciembre de 1936

La intención era que el aparato se bautizara con el nombre de Pontevedra: "Iniciada en distintos puntos de esta provincia una suscripción para regalar a nuestro glorioso ejército un avión, para dar las mayores facilidades a los señores donantes han quedado abiertas cuentas corrientes a nombre de Suscripción para un avión", en todas las sucursales de los mencionados bancos. La importancia de la dotación aérea era fundamental y en España la flota era escasa y en cierto modo obsoleta. "Piensen los pontevedreses que el arma de guerra por excelencia es el aeroplano; que estamos sosteniendo una lucha de proporciones gigantescas; que todos los elementos son necesarios y que, por tanto, el mejor obsequio que a España podemos hacer es proporcionarle un avión de guerra, arma terrible, de eficacia ofensiva y defensiva extraordinaria".

Ante el llamamiento se movilizó parte de la población afín a la causa; se organizó un partido de futbol en Porriño, que recaudó 187,60 pesetas, la Cámara de Comercio de Pontevedra aportó 1.000 pesetas, Marín se unió haciendo diversas aportaciones, el Ayuntamiento de Carbia 3.350 pts.; en octubre de ese mismo año se celebró en el Teatro Principal un concierto a cargo del trío compuesto por el violinista Corviño, el chelista Gandía y el pianista Yespe en el que se recaudaron 2.859 pesetas. A finales de ese mismo mes la cifra ascendía a un total, sólo en Pontevedra, 56.907 pesetas. Se recibían donativos en moneda de curso y de otros países como pesos argentinos, reais do Brasil, escudos o dólares.

A mediados de noviembre se apelaba al aumento de donaciones de los pontevedreses para el avión por la lentitud de las entregas. Pero al avión de Pontevedra le salió un competidor en Lugo; el 13 septiembre de 1936 se hacía un llamamiento en prensa: "De orden del Excmo. Sr. Gobernador civil de la provincia ha quedado constituida en esta localidad la junta recaudadora de donativos destinados a la adquisición de un avión para las gloriosas fuerzas nacionales, que, con el nombre de Lucus, patentice la adhesión de toda la provincia al movimiento salvador de España y coopere al mismo con eficacia que las fuerzas aéreas está encomendada en la lucha actual". Una semana después el avión lucense había recaudado 2.235 pts., la segunda un total de 5.409,50 y la tercera ascendía a un total de 7.137,25 una cifra nada despreciable.

En Pontevedra se cerró oficialmente el período de suscripción pro-avión el 15 de diciembre de 1936 y se comunicaba que, "Se pone en conocimiento de todo, que los donativos que con posterioridad se reciban, serán aplicados a la suscripción Nacional parar el Ejército y Milicias". Sobre el destino de lo recaudado para el avión no puedo detallar más ya que no tengo referencias directas sobre su compra y no hay noticias sobre su compra posterior. Es posible que todo lo recaudado pasara a un fondo común destinado a la guerra. Lo cierto es que Pontevedra nunca vio el famoso avión surcar los cielos de España.

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