Blog | Crónicas y perfiles

La azarosa juventud de Julio Camba

Camba se convirtió en un referente del periodismo de denuncia reflexiva, con humor y soltura. Poco se comenta de  su paso por Pontevedra y Marín siendo  casi un niño; un niño rebelde con causa
 
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Hace unos días se cumplían 57 años del fallecimiento del vilanovés Julio Camba, considerado "el más fino y sagaz de los humoristas españoles". Se distinguió por tener un estilo propio y se codeó con autores de la talla de Miguel de Unamuno, que escribió la célebre frase: "Camba, filósofo celta; yo, filósofo ibero. ¡Qué delicia para nuestros lectores celtiberos!". Camba está considerado uno de los mejores columnistas y cronistas del periodismo en España. Para Camba uno de los mayores placeres de la vida era degustar unas sardinas asadas en la playa de Cambados

Julio Camba Andreu nació en Vilanova de Arousa (Pontevedra) el 16 de diciembre de 1884 y fue un escritor, periodista y humorista. Hijo de Manuel Camba Bóveda y de la pontevedresa Juana Andreu Temes, tuvieron dos hijos (no he encontrado información de más): Francisco (maestro y escritor y periodista) y Julio. 

Cursó sus primeros estudios en el Instituto de Pontevedra accediendo por libre, con doce años, en 1897. Compaginó los estudios con el trabajo de mancebo en la farmacia de Pedro Catalá en Marín. Una población en la que en aquel momento triunfaba el protestantismo religioso y en la que se relacionó con el mundo de la cultura. Allí avanzó su pensamiento republicano, que vio la luz en el rotativo de ese mismo signo ‘El eco de Marín’ de Bartolomé Sabas Catá. Durante este período se metió en problemas con el cardenal de Santiago y abandonó los estudios, cuestiones que derivaron en su salida forzosa de la farmacia. En 1900 vuelve a Vilanova de Arousa a la vez que su hermano Francisco ganaba plaza de interino como maestro en Caldas de Reis, como primer destino. A través de la buena posición como escritor de su hermano publica en varios periódicos lucenses. 

La intención de su padre de que siguiese con el trabajo y los estudios no dio sus frutos pero si continuó con las colaboraciones en prensa. Es una época en la que su pluma volaba por ‘La Idea Moderna’, las ‘Quincenas del Diario’ (de el Diario de Pontevedra) o la ‘Revista Gallega’. La temática era muy variada: desde decesos, poemas de corte amoroso dedicado a jóvenes en castellano o gallego, a temas puramente galleguistas.

El humor parece que viene de familia porque su padre publicó este anuncio, del 26 de enero al 13 de febrero de 1900, en ‘El Áncora’. Decía así: "A los señores farmacéuticos.–Un joven de 15 años de edad (bien parecido) educadito, con 3 años de buena práctica, con buenas referencias, desea colocarse con la pretensión de seguir carrera. En Vigo, Pontevedra, Santiago o puntos inmediatos. Dirigirse á D. Manuel Camba Bóveda, Villanueva de Arosa–". 

Julio CambaEl inquieto joven, en 1901, con diecisiete años, se escapó de casa y se embarcó en Vilagarcía de Arousa como polizón en un transatlántico rumbo a Argentina. Un gran país de oportunidades en el que vivían miles de emprendedores gallegos. Comenzó a colaborar con ‘El eco de Galicia’, uno de los periódicos más influyentes de la comunidad gallega. Publicó su primer artículo en un diario anarquista en Buenos Aires ‘La Protesta Humana’, momento en el que abandona sus tesis galleguistas. A raíz de esta militancia fue expulsado del país desembarcando el 21 de diciembre de 1902 en Barcelona. Un año más tarde el periodista Joaquín López Barbadillo comentaba en ABC que al único periodista que conocía que había pasado por prisión por anarquista era Camba: "No conozco más que a uno: se llama Julio Camba, es un chiquillo; a los dieciocho años, ha estado preso varias veces, fue desterrado de la República Argentina. La carrera es corta, pero aprovechada".

Se instaló en Madrid, pero sus relaciones anarquistas le volvieron a traer problemas. En 1906 declaraba ante la policía que intentaba recabar información sobre el autor material del atentado en la boda de Alfonso XIII: "Camba ha dicho que hace dos años, cuando él era redactor de el Rebelde, conoció á Mateo Morral, que estuvo durante unos días en Madrid, pero que desde entonces ni sabía de él ni le había vuelto a ver".

Pero a base de esfuerzo y la popularidad conseguida con sus crónicas trabajó como corresponsal en Constantinopla, Londres, París, Berlín, Nueva York o Roma para rotativos como El País, España Nueva, La Correspondencia de España, ABC o El Sol. Su hermano Francisco, el hidalgo de Tor, fallecía en manera inesperada en 1948 de una afección cardíaca. En Madrid vivió desde 1949, y durante trece años, en el Hotel Palace; por eso se le conocía como el solitario del Palace. 

Interesante la reflexión de Camba en ‘Maneras de ser español’ (1918), hace poco más de cien años, que a día de hoy parece muy actual: "Una nación se hace lo mismo que cualquier otra cosa. Es cuestión de quince años y de un millón de pesetas. Con un millón de pesetas yo me comprometo a hacer rápidamente una nación en el mismo Getafe, a dos pasos de Madrid. Me voy allí y observo si hay más hombres rubios que hombres morenos o si hay más hombres morenos que hombres rubios, y si en la mayoría, rubia o morena, predominan los braquicéfalos sobre los dolicocéfalos, o al contrario. Es indudable que algún tipo antropológico tendrá preponderancia en Getafe, y este tipo sería el fundamento de la futura nacionalidad. Luego recojo los modismos locales y constituyo un idioma. Al cabo de unos cuantos años, yo habría terminado mi tarea y me habría ganado una fortuna. Y si alguien osaba decirme entonces que Getafe no era una nación, yo le preguntaría qué es lo que él entendía por tal y, como no podría definirme el concepto de nación, le habría reducido al silencio". Una muestra clara de su ironía e inteligencia y un estilo analítico, reflexivo y ágil que le reportó una enorme popularidad entre sus lectores. El propio autor recomendaba no tomárselo "ni completamente en serio ni completamente en broma".

En ‘Aventuras de una peseta’ (1958) interpela al lector: "En cada uno de nosotros yo creo que ha habido originariamente un tipo ideal del que nosotros no somos nunca más que la caricatura. Usted, lector, no es realmente usted. Usted es una caricatura de otro señor, es decir, una caricatura de lo que usted debiera haber sido". Es curioso, porque después de tantos piropos a mujeres publicados permaneció soltero toda su vida. Falleció en 28 de febrero de 1962 de una embolia en Madrid y está enterrado en el cementerio de Ntra. Sra. de la Almudena. En su ciudad natal, la escolanía del Monasterio de Poio lo acompañó en un funeral en presencia de su sobrino Miguel Camba López-Perea, el alcalde Cándido Touceda, el comandante de Marina Rodríguez Toubes, el patrón mayor de la cofradía de Pescadores, la corporación en pleno, el marqués de Figueroa y el escritor Diego Bernal. Desde entonces se han editado un buen número de libros recopilatorios de sus artículos.