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Los buenos tiempos del 'Gran Hotel Engracia'

La ciudad, a principios del s.XX, necesitaba un gran hotel y el engracia fue de los primeros con todo tipo de comodidades, uno de los mejores de Pontevedra que pasó por diversas vicisitudes hasta su cierre definitivo
Grupo de jóvenes delante del Hotel Engracia hacia 1955. DEPO ARQUIVO GRÁFICO
photo_camera Grupo de jóvenes delante del Hotel Engracia hacia 1955. DEPO ARQUIVO GRÁFICO

El Hotel Engracia formó parte durante décadas de la vida social de Pontevedra. Su primera ubicación fue en la céntrica calle A Oliva y se trasladó a la calle Andrés Muruáis en 1904. A unos metros de allí estaba el también famoso Hotel Colón. Esta zona de la ciudad era especial, ya que estaba al lado de la antigua estación de ferrocarril de Campolongo y Pontevedra fue un importante polo de atracción turística en espectáculos de afluencia masiva desde toda Galicia como las corridas de toros, para los que había rebajas en el importe de los trenes, las exhibiciones aéreas, o los espectáculos deportivos.

El propietario del Hotel Engracia fue Benigno Sanmartín Casal, era hijo de Sanmartín y de Engracia Manuela Casal Montero. Benigno se casó con Rosa Róo Pereira y el matrimonio tuvo varios hijos; Benigno, Engracia, Concepción, Eugenia y Luis. Su hijo Benigno falleció a los dieciséis años en marzo de 1919, y su mujer, Rosa Róo, el 16 de octubre de 1928.

Dibujo del Hotel Engracia. M. BARÁ / POSTAL
Dibujo del Hotel Engracia. M. BARÁ / POSTAL

Su madre, Engracia, ya viuda, era propietaria de la Fonda de la Viuda Engracia (en Oliva 6) o de La Iberia o Fonda Engracia, en la calle de A Oliva 24-26, un lugar muy conocido donde se llegó a hospedar en 1901 el duque de Veragua, Cristóbal Colón de la Cerda, que era ministro de Marina, aunque en aquel momento no se consideraba un alojamiento a la altura de grandes dignatarios. Engracia falleció en Pontevedra el 25 de octubre de 1903 y su hijo Benigno continuó con el negocio familiar.

El cambio del hotel al nuevo emplazamiento, en mayo de 1904, de la mano del Sr. Ozores, permitió ofrecer a los clientes un edificio representativo y con ciertos lujos; de hecho el nuevo nombre era Gran Hotel Engracia. Un edificio que constaba de bajo y tres plantas con jardines en los laterales, cuatro fachadas con luz natural en todas las habitaciones y con los últimos adelantos, como timbres y luz eléctrica. El sábado de mayo de 1904 se inauguró el nuevo hotel en la céntrica calle de Andrés Muruais con una fiesta: "desde su hermosa terraza se contempla un bello panorama dominando la campiña y la ría de Marín". Se destacaba la sala de ajedrez y que en breve todas las habitaciones dispondrían de cuartos de baño y agua en abundancia.

Ese mismo año, el diputado republicano y periodista Alejandro Lerroux, llegó a Pontevedra en el tranvía de Marín, desde esta ciudad, y se hospedó en el hotel. Se convirtió en el mejor hotel de la ciudad en el que a Antonio Muñoz Sánchez, médico representante del Patronato nacional de médicos, se le ofreció un banquete.

Los hoteles también eran lugares de parada obligada de diferentes profesionales, entre ellos en 1904 médicos como el doctor Ricardo Morales Varona, cirujano dentista de la Casa Real, que atendía allí a sus clientes en horario de mañana y tarde. Lola exponía durante unos días en el hotel sus sombreros de última moda, como así anunciaba.

Benigno Sanmartín, además de su faceta empresarial desarrolló otras como secretario del Liceo Casino, presidente del Coro regional de Pontevedra "Foliadas e Cantares" que se constituyó en 1917, con la parte musical a cargo de Eduardo Feijóo Mantilla, y un año después formó parte de la Sociedad Artística como vicepresidente.

Hago mención a mis abuelos, Francisco Viñas Someso que se casó, el 12 de octubre de 1929 en la iglesia de Placeres, con Pilar Quiroga Losada "con la bendición de" Don Benito Róo y apadrinados por el padre de ella, José Quiroga Hermida, comerciante y "concejal dimisionario", y Florentina Someso madre del novio, después «los concurrentes fueron obsequiados con un lunch en el hotel Engracia». Ese año el hotel anunciaba un menú para almorzar con marisco y vino a cuatro pesetas por comensal.

El hotel cerró y pasaron años de abandono hasta que en 1945 lo compró el Ayuntamiento de Pontevedra, que consignó para ello una partida presupuestaria en la que incluía el acondicionamiento. El hotel, remodelado en parte, abrió sus puertas el 25 de julio de 1946, "A partir del día 25 próximo, quedará abierto al público el Hotel Engracia, después de haber sufrido una considerable reforma y de haberse realizado en él importantes obras de limpieza y acondicionamiento", explicaban en Ciudad; además, el hotel estaba gestionado por una empresa con "acreditados industriales especializados en el ramo".

Un espacio que contaba también con restaurante donde se celebraron bodas y banquetes, como la entrega en 1946 al pontevedrés José Pazó Montes, coronel de Ingenieros Aeronáuticos y secretario de Servicios del Ministerio del Aire, de un bastón de mando y un álbum, con la presencia de diversas autoridades como Sánchez Cantón Filgueira Valverde. Cuando visitó Pontevedra en 1946 el ministro de Educación Nacional, José Ibáñez Martín, fue agasajado con un almuerzo en el Palacio de Lourizán, sede del Centro de Experiencias Forestales del CSIC, servido por el Hotel Engracia.

Un mes después de su nueva apertura, un vecino de la ciudad enviaba un anónimo a un periódico en el que se quejaba del lamentable estado del muro de la acera "frente al mejor hotel de la ciudad", que estaba lleno de papeles desgarrados y con desconches y "fallas de pintura o blanqueo", explicaba. Un año después, en 1947, el Ayuntamiento consignó 980.000 pesetas para la ampliación, reforma y nuevo mobiliario del hotel; entonces, el gerente era el Sr. Ruiz y bendijo el establecimiento, como era costumbre en la época, Faustino Fraile Lozano.

En algún momento el hotel cerró definitivamente y en 1959 el consistorio anunció la subasta pública del solar del hotel con los solares contiguos, y se detallaba entonces que la transmisión no estaba sujeta al pago de plusvalía.

En 1964 el Casino Mercantil compró el edificio del desaparecido Hotel Engracia en la calle Andrés Muruais, donde se trasladaría la sede.

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