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Chichana Patiño, el hada de Piñeiro

LA FAMILIA Patiño se traslada a Pontevedra en 1754 y quién les iba a decir que años más tarde una joven curiosa e inquieta surcaría los cielos de Pontevedra como compañera de José Piñeiro, el famoso aviador de Sanxenxo.

Elisa Patiño y Meléndez, conocida familiarmente como Chichana, fue la primera aviadora de Galicia y puede que de Europa. Nace en Pontevedra en 1890, hija de Albino Patiño Amado, Jefe de Sección de Instrucción Pública, y de Rosa Meléndez. Tuvo un hermano, Eduardo, y aunque algunas fuentes le atribuyen una hermana Elena o Elvira puede ser un error de transcripción de su propio nombre.

Hasta los años cuarenta la familia pasaba los inviernos en su casa de La Alameda, al lado del cuartel, y los veranos entre Sanxenxo y el pazo del Revel en Vilalonga, construcción del siglo XVII heredado por Lucía Alcaraz Patiño, hija de Elisa, que adquirió a finales de los años cuarenta Luis Ansorena Garret.

Elisa recibió una educación exquisita y, como mujer inteligente e inquieta, se manifestó a través del arte: tocaba el violín, el piano, cantaba y pintaba, aunque no he podido localizar ningún cuadro. Participaba de la vida pontevedresa de la época con sus amigas Fefa Sandoval, Carmen Millán o Elena Castañda . Colaboró con diversas donaciones, con la Cruz Roja, para ayudar a los heridos de la Primera Guerra Mundial.

Se atrevió a volar con José Piñeiro, que fue el primer aviador civil en España, y no una vez sino varias, convirtiéndose así en la primera mujer del país en hacerlo. Vuela sola por primera vez el 12 de octubre de 1913, pero la familia no tiene constancia de que obtuviera el título de piloto, aunque en aquellos tiempos se conseguía después de acreditar cincuenta horas de vuelo. La prensa se hacía eco de una de sus salidas desde Sanxenxo con Piñeiro: "desde allí partió nuevamente, en su magnífico Bleriot, llevando a la distinguida Srta. Chichana Patiño, quien con una admirable serenidad, cruzó los aires durante unos minutos en compañía del notable aviador". Con ella nunca tuvo accidentes y siempre decía: "Es el hada de mis triunfos".

Las amonestaciones de boda de Elisa se leen en la iglesia de Santa María el 13 de agosto de 1916. Se casa ese mismo mes en Pontesampaio con Enrique Alcaraz Díez, secretario intérprete que llegó a ser cónsul de Inglaterra en Barcelona y cuñado del diputado Laureano Gómez Paratcha. Los recién casados se hospedan durante un tiempo en el hotel La Terraza de Sanxenxo.

Su hermano Eduardo, "un joven muy apreciado en esta Capital por su bondadoso carácter y afable trato", fallece a los 23 años en Pontevedra. El drama se cierne sobre la familia ya que Chichana contrae la gripe española, apenas dos años después de su boda, y fallece el 12 de abril en 1919 después de varios meses de padecimientos: "la terrible enfermedad que hace tiempo minaba su existencia, hizo inútiles todos los cuidados, destruyendo en poco tiempo un hogar recientemente formado". Fallece a las cinco de la mañana "en la casa paterna rodeada de los cuidados y cariño de su amante familia". Un duro golpe para su padre que en el plazo de un año vio morir a sus dos únicos hijos.

La hija de Chichana, Lucía, con un año de edad se queda en Pontevedra en casa de sus tías. Su padre, años después, se vuelve a casar y forma una nueva familia. Vive en San Sebastián, Gandía y Barcelona y fallece en esta ciudad, "tras una rápida dolencia", en noviembre de 1932.

El 28 de julio de 1964 el BOE publicaba la siguiente nota: "se rehabilita el título de Duque de Patiño, con la dignidad de Marqués a favor de Doña Lucía Alcaraz Patiño", hija de Chichana. Los actuales Marqueses de Patiño, Cesáreo Novoa Alcaraz casado con Ana Tovar Riestra, conservan, entre otros, el pazo en Sanxenxo conocido como el de los Duques de Patiño.

Chichana fue una mujer valiente y moderna que me recuerda, en algunos aspectos, a las hermanas Mendoza.

Fuentes: La Correspondencia Gallega, Diario de Pontevedra, Gaceta de Galicia, El Noticiero Gallego, Vida Gallega, El vuelo de la gaviota de Carlos Quintía, De mi viejo carnet de Prudencio Landín, Arquivo da Deputación, Heraldo Deportivo y Cesáreo y Jorge Novoa Alcaraz.

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