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Cuando Alonso de Fonseca fue párroco de Pontevedra

Una plaza de Pontevedra recuerda el nombre a Alonso Fonseca, arzobispo y un mecenas de las Letras, las Artes y el conocimiento en diferentes lugares, además fue párroco en nuestra ciudad
Retrato de Alonso de Fonseca III.GRAN ENCICLOPEDIA GALEGA
photo_camera Retrato de Alonso de Fonseca III.GRAN ENCICLOPEDIA GALEGA

UNA PLACA con su nombre en la plaza de Santa María de Pontevedra, en la casa rectoral, nos recuerda que aquí vivió Alonso de Fonseca y dice así: "A Don Alonso de Fonseca 1473-1534 Cura de esta feligresía, Arzobispo de Santiago y de Toledo, Patrono magnífi co de Ciencias, Letras y Artes. La ciudad de Pontevedra de la que fue confesor. Año MCMLIX". El tercero de una saga con mucho poder en Galicia conocido como padre de la Universidad de Santiago de Compostela y padre de aquel pueblo.

Hay que recordar el papel que jugó la Iglesia en la cultura y el patrimonio que podemos disfrutar gracia a ello hoy. Ya he mencionado varias veces a Fray Tomás de Sarria que hizo lo propio en Santo Domingo financiando aulas de estudio, o la Escuela de Artes del monasterio de San Salvador de Lérez.

Placa en piedra en la Plaza de Santa María. M. BARÁ

En su fulgurante carrera eclesiástica, auspiciada por su padre, entre otros muchos destinos y cargos, fue nombrado párroco la antigua iglesia de Santa María de Pontevedra y promovió la construcción, financiada por el Gremio de Mareantes, de la nueva la basílica que conocemos en la actualidad, que en la parte posterior conserva en su memoria el escudo con las cinco estrellas de los Fonseca. También donó en su testamento a nuestra iglesia de Santa María, una capa, una casulla, dos dalmáticas con sus correspondientes cordones, un par de collares, un frontal con su escudo de armas, tres albas con sus amitos, dos estolas y tres manípulos (Archivo de Santa María). "Se hizo entrega de las mismas el 2 de diciembre de 1538, al ofertorio de la misa mayor de ese día", explica Alfonso el archivero.

Alonso de Fonseca Acevedo y Ulloa, conocido como Alonso de Fonseca III, nació en 1473 puede que en Santiago de Compostela (otras fuentes lo sitúan en Salamanca en 1475 o 1476). Hijo del arzobispo de Santiago de Compostela Alonso de Fonseca y Acevedo II (1440-1512) y de María de Ulloa, Señora de Cambados y hermana del conde de Monterrey. Obra de su padre (Alonso de Fonseca II) fue el puente fortificado de Ponte Sampaio destruido con posterioridad por Pedro Madruga, conde de Camiña. Con los Alonsos de Fonseca las desavenencias con Madruga venían de lejos ya que "Madruga ejercía verdadera soberanía en toda la parte sur de Galicia sin que nadie osase disputársela".

Fue nombrado párroco de la antigua iglesia de Santa María de Pontevedra y promovió la construcción, financiada por el Gremio de Mareantes

Lo cierto es que Alonso de Fonseca III estudió Artes en Salamanca y llegó a ser arzobispo de Santiago de Compostela y de Toledo. Parece ser que tuvo un hijo con Juana Pimentel, en su etapa en Salamanca, llamado el niño Diego de Acevedo y Fonseca. A él se debe la fundación del Colegio y Universidad de Santiago al donar parte de sus posesiones y el Colegio Mayor de Fonseca de Salamanca en 1519, entre otras muchos otros proyectos dedicados al conocimiento.

Comenzó con un Estudio Viejo que pronto se quedó pequeño y dijo, en su en su petición al Papa, "que el estudio era insuficiente y se necesitaba uno nuevo, haciendo entonces los colegios de Santiago Alfeo y San Jerónimo, que el primero fue más tarde disgregado para construir la Universidad, pero que nació sólo como una institución". Fue nombrado arzobispo de Santiago con 33 años el 30 de noviembre de 1509 hasta 1523 cuando fue nombrado arzobispo de Toledo. Mantuvo correspondencia epistolar con Erasmo de Róterdam y posicionó a la Iglesia de Galicia en el mapa de Europa.

Retrato de Alonso de Fonseca III.GRAN ENCICLOPEDIA GALEGAAlonso se trasladó a Toledo para ocupar el cargo vacante de arzobispo el 26 de abril de 1524. Allí convirtió su palacio arzobispal, su residencia, en una nueva Academia, "donde se obtenían premios por la mayor condición que se mostrase, sobre temas propuestos de antemano". También allí enfermó en 1929 y redactó su testamento al pensar en su inminente muerte. Se trasladó a Alcalá de Henares donde volvió a testar la cantidad de 21.779.357 maravedíes (mrs.) de los que destinaba una parte a la construcción del Colegio-Universidad en Santiago, del que formaba parte el colegio Santiago Alfeo. Para ello solicitó un permiso que se materializo en la bula del Papa Clemente VII el 15 de marzo de 1525, para la creación de Colegio-Universidad compostelana. Lo cierto es que sobrevivió a sus achaques bastantes años, ya que su salud mejoró.

El que monumental Palacio de Fonseca de Santiago (conocido también como de Santiago Alfeo), en la rúa do Franco, que era su residencia familiar, la convirtió, con un proyecto de Juan de Álava y Alonso de Covarrubias, en un lugar de estudio y conocimiento de Teología, Derecho, Artes y Gramática. La transformación duró décadas, como todos los proyectos de la época, y hoy es una de la joyas de esa ciudad con una fachada de Diego de Romay, que remató en 1688.

Alonso de Fonseca falleció el 4 de febrero de 1534 en Alcalá de Henares. Está enterrado en el Colegio que el mismo fundó en la ciudad de Salamanca. Lo que inició con los colegios fue tomando forma y peso, aunque no sería hasta 1553 cuando se publicaron los primeros estatutos de la Universidad de Santiago como tal.

Muchos años más tarde, de 1875, en los Juegos Florales de Santiago de Compostela el alcalde Antonio Casares pronunciaba un discurso en el que recordaba a Alonso de Fonseca III como inspirador de los mismos en los siguientes términos: "Fiestas minervales y aclamación perpetua de las Musas, a la inmortal memoria del Ilustrísimo y Excmo. Sr. Don Alonso de Fonseca El Grande, Arzobispo de Toledo y de Santiago, por su Escuela y Universidad que le consagra". La figura de Fonseca III promovió certámenes literarios posteriores, como recordaba Casares, y entre los premios que se otorgaban se encontraban, por ejemplo, media arroba de chocolate o una montera de plumas.

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