Blog | Crónicas y perfiles

‘Los Cuartetos’ de Isidro Puga Otero

Hablamos de un hombre apasionado por la música que amenizó con su Cuarteto los cafés y teatros de Pontevedra durante varias décadas y fue testigo de la modernización de la ciudad dejando atrás, con el cambio de siglo, las murallas y el glorioso pasado de esta urbe

Isidro Puga y su esposa Amparo. CELESTINO PARDELLAS
photo_camera Isidro Puga y su esposa Amparo. CELESTINO PARDELLAS

ISIDRO PUGA fue intérprete, profesor, pintor, empresario y compositor en el campo de la música. Vivió una Pontevedra en la que destacaban violinistas como Benigno López Sanmartín, Manuel Quiroga y pianistas como Sánchez Manzano, Agustín Salvador Paz o Juan Serrano Marqués.

Isidro Puga Otero nació el 2 de mayo de 1867 en Pontevedra. Hijo de José Benito Puga, de profesión escribiente, y de Pilar Otero. Tenía tres hermanas: Flora, Matilde y Herminia. Nieto de Joaquín Puga, natural de Vigo, y Teresa Pedrosa, natural de Lérez. Se casó, el 18 de julio de 1903 en la iglesia de Esclavitud, con Amparo Otero Martínez, sobrina de Manuel Murguía, y su viaje de novios le llevó a Portugal. El matrimonio, que vivía en la Plaza del Teucro, mantenía una estrecha relación con la familia Murguía-Castro, de tal modo que su casa se convirtió en un pequeño museo de tan insignes familiares. Isidro era también sobrino de Cándida Otero, la primera fotógrafa de Pontevedra que se casó con el también fotógrafo Felipe Prósperi.

En nuestra ciudad, como se puede ver, existían familias repletas de artistas de los que hoy apenas nos acordamos por aquello de que han pasado cien años; baste recordar a los Sobrino, Otero, Temes, Landín o Portela.

Isidro recibió formación del profesor y violinista madrileño residente en Pontevedra Eduardo Dorado Salgado, que fue discípulo de Jesús de Monasterio y compuso la obra Nas orillas do Lérez. En 1880, con 12 años, acompañó al Orfeón Infantil en el Liceo Casino dirigido por Benigno L. Sanmartín. Formó el famoso Cuarteto Puga que, según la ocasión, se convertía en trío, quinteto o sexteto. Puga tocó en los locales más emblemáticos de la ciudad como el Café de la Perla, el Liceo Casino, en el Café Méndez Núñez y el Café Moderno, con músicos como Primitivo Sánchez Quílez, un alicantino que camino de América se asentó en Pontevedra, por aquel entonces una ciudad muy musical, Juan Serrano, Constantino Berridy, Alén, Sánchez Manzano, Tomé, José Collazo o el pianista ciego Taboada; Cuarteto que también acompañó a la pianista gallega Emilia Quintero Calé en el Teatro del Liceo de Pontevedra.

Destacable un ciclo de "conciertos sólo para hombres" en la Sociedad del Liceo Casino, que se acordó en 1892, de nueve a once los miércoles y sábados, en exclusiva con el Cuarteto Puga. A partir de 1894, con motivo de la falta de público en los conciertos, la Sociedad acordaría aceptar por primera vez la asistencia de las "damas pontevedresas".

En el Carnaval de 1900 Puga compuso la música para varios coros por encargo de Sociedad Gimnasio de la pieza musical titulada Pontevedra en 1900, con letra de Javier Valcarce Ocampo y los decorados del ya mencionado hace unas semanas en este periódico Demetrio Durán Hermida. Durante el carnaval de 1925, en el que Puga también compuso la música de los coros, el tiempo no acompañó como relataba El Diario de Pontevedra: "A las dos de la tarde de ayer la lluvia y el viento azotaban con fuerza", "El cortejo, obligado por tan sensible contratiempo, recorrió unas cuantas 
calles muy deprisa, sin organización ni concierto", y el desfile duró un visto y no visto. La agrupación de Puga puso música a los bailes, los cafés y carnavales de nuestra ciudad durante casi dos décadas.

Entre su composiciones nos encontramos con obras como: Mágoa, una pieza para voz y piano con letra del poeta y galleguista Francisco Portela Pérez, padre de Agustín Portela Paz; la revista cómico-lírica Entre Moros y Cristianos (1894); el sainete lírico A la fuerza ahorcan (1895); la melodía gallega ¡Vaite anduriña! (1922); o la muñeira para piano Coitadiña. En 1899 se estrenó como promotor de la Compañía de Zarzuela Cómica.

De entre las críticas musicales destacan: en Moros y Cristianos, "En cuanto a la música puede decirse  que corresponde dignamente al libro. Puga ha hecho gala de su buen gusto y de sus conocimientos musicales, escribiendo diestramente varios números algunos de los cuales se había de popularizar si la obra se hubiera estrenado en un teatro de la corte"; en A la fuerza ahorcan, que se estrenó en el Teatro del Liceo, no conseguiría éxito alguno al componer deprisa y corriendo la música en sólo tres días; y en Pontevedra, en 1900, "Isidro Puga, violinista notable, acometió una verdadera labor artística en la partitura, a ratos muy inspirada, y toda ella sin amaneramientos ni flojedades, y orquestada admirablemente".

No he podido localizar información de su faceta como pintor o dibujante, pero como muestra tenemos la portada de la partitura Coitadiña compuesta por él para piano, en la que se puede apreciar la ilustración floral muy del gusto del momento.

Fue miembro del Orfeón Los Amigos, dirigió la Agrupación Artística de Pontevedra y varias orquestas formadas para conciertos determinados con músicos profesionales y aficionados y, en 1916, comenzó a dar clases en la Escuela Normal de Pontevedra como profesor de música. Un jovencísimo Manolito Quiroga recibió las primeras clases de violín de José Benito Medal, Juan Sayago y Puga.

Isidro Puga falleció el 27 de diciembre de 1935 a los sesenta y ocho años en Pontevedra. Los que lo conocían lo describían como una "persona todo bondad y corazón", porque siempre colaboró con su música en diferentes causas benéficas. Entre sus distinciones figuran la de Socio de Mérito del Liceo Casino de Pontevedra y de la Sociedad Recreo de Artesanos, y fue también vicepresidente de la Federación Musical Helenes y de la Junta de Sociedad de profesores de la orquesta de Pontevedra.

Parte de su legado personal y profesional se puede consultar en el Museo de Pontevedra, pero hasta la fecha sólo existe el trabajo pendiente de publicar en el que se detalla su trayectoria musical cuya autora es Nuria Barros.

Estaría bien que se publicaran las composiciones tanto de Puga como de otros pontevedreses como Paz Carvajal, Ramón Señoráns, Manolo Quiroga, etc., para difundir así sus obras.

Mi agradecimiento a Celestino Pardellas de Blas y a Nuria Barros por sus contribuciones a este artículo.

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